Habrán de disculpar la frivolidad del título del patrullaje de hoy. Sucede que el “grado militar” que hoy diseccionaré trae a la buchaca de mi memoria una anécdota dulce y simpática.
Sucede que, a mis 10 años de edad ya estaba yo consciente de la carrera militar de mi señor padre, seguramente cuando él funcionaba como Oficial del Estado Mayor Presidencial yo percibía la vibración que ese gran militar emanaba.
Creó que me alegré junto con la familia cuando en su uniforme cambió las verticales “barras (3)” por una simple estrella. Si, su paso al grado de “mayor” tocó el feng shui del hogar cito ese allí en la preciosa Zona Residencial Militar de Lomas de Sotelo.
4 años después, cuando mi mente ya vivía en mi ingreso a las FFAA como Cadete, él, mi padre alcanzaba el grado de “Teniente Coronel” wow.
!35 años de edad y mi señor padre había alcanzado esa otra “estrella”! Sólo hubo un bemol.
Solía suceder que, mayormente gente fuera del “medio”, se dirigía a mi padre como “teniente”, otros menos lo llamaban “Coronel”, una de esas veces cuando alguien lo llamó “!Teniente!” inmediatamente yo le aclaré “!Teniente Coronel!” Quien así lo llamó automáticamente corrigió (Sic) aunque mi padre solo expresó una franca sonrisa.
Ya dentro del auto le comenté a mi papá el “vaya que es pesado escuchar a los civiles llamarte Teniente… tú eres Teniente Coronel” entonces se hizo la anécdota, mi señor padre entre, estoico y simpático me respondió… -mira, con que el pagador me dé mis haberes como Teniente Coronel me pueden decir Cabo- ahora se que aquella fue una buena lección.
Si bien recuerdan, estimados 11 lectores, antes de este patrullaje hicimos un recorrido de cada uno de los grados militares por los que puede andar un oficial egresado del (Tres veces H) Colegio Militar, para ello, Paul von Hindenburg quien es dueño de la silla de la cabecera de la mesa del Tanque de Ideas nos narró esa experiencia.
Paul Comenzó desde su paso por la, para algunos, alocada barra en un joven oficial de menos de 18 años, luego la gran responsabilidad del ser Teniente, los dos peldaños del ser Capitán, alcanzar el estatus de “jefe” ya como Mayor, y ahora, nuestro entrañable Paul von Hindenburg (avatar o alias de un señor General de División) nos dará luz del “cómo vivió la experiencia de las dos estrellas en la frente”
-El salto al grado de Tte.Cor. para un militar mexicano es enorme, ya que trae consigo varios beneficios adicionales. Explico- iniciaba así el General y, como se sentía el ritmo de la conversación eso nos situó a quienes lo escuchábamos, en la orilla de los sillones.
-Uno de esos beneficios consiste en el hecho de que es la última jerarquía que se obtiene a través del concurso de oposición, toda vez que la normatividad vigente refiere que los grados subsiguientes serán otorgados por el Alto Mando, según se acredite buena salud, capacidad física, buena conducta y haber realizado todos los cursos de capacitación indicados para los escalones previos- con toda la atención de la mesa Paul von Hindenburg continuó.
-para escalar ese grado cuentan también la edad, cursos adicionales no obligatorios y mandos ejercidos- la vehemencia que Hindenburg usaba para explicar ese grado militar nos tocaba; él siguió.
-como Teniente Coronel ya puede ser uno, designado comandante interino o titular de Corporación, segundo comandante, subjefe de estado mayor de zona, jefe de sección en un cuartel general regional, en fin. Se abre toda una gama de puestos que permiten evidenciar experiencia y preparación profesional del elegible- y siguió.
-El sujeto de la primera persona del singular, le correspondió concurrir a este último concurso de promoción, estando en el túnel del tiempo, si, el Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN).
Ascendí – cuenta Paul – en mi primer intento, como siempre. Pero una vez más, el ejercicio de mis funciones no me permitió ser 2/o Cmte. de Regimiento. Sin embargo, recibí la oportunidad de prestar servicio como Subjem. En el Cuartel General de la 2/a Z.M. cuya matriz se ubicaba en la plaza de Ensenada, B.C., destino lejano que además ofrecía el aliciente de contar con un Comandante muy exigente, con fama de “mal carácter” pero muy inteligente y con un gran liderazgo. El Gral. Falcón.
Camaradas me llegaron a preguntar – dice el Gral hoy vuelto Teniente Coronel. – que si había hecho algo malo, pues ese destino se consideraba “de castigo”, por su lejanía, su clima y, si compañeros, por su Mando- el Teniente Coronel pre tempore siguió.
-Aprendí mucho por la multiplicidad y variedad de misiones que hubimos de desempeñar. – y sigue – Pero quiero destacar la custodia de los símbolos patrios (Bandera; Campana de la Independencia y Original de la Constitución Política de 1917).
Increíble, noble y destacado encargo era, darla a conocer a toda la población, buscando con ello lograr la unidad nacional indispensable para emprender cambios estratégicos en el país -acá el Teniente Coronel hablaba de un excelente evento donde, el Gobierno de la República organizó el recorrido por todo el territorio nacional de los “símbolos patrios”.
Posteriormente – continuó – fui designado parte del “pie veterano” para la nueva Sección 9a del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Doctrina Militar) donde la responsabilidad era muy alta. Nada menos que actualizar la bibliografía militar (leyes, reglamentos, manuales, etc.) donde – dice eufórico -aprendí mucho.
Después, al Cuartel General de la 13/a Z.M. en Tepic, Nay. Mando territorial altamente operativo, por tener como una de sus misiones más importantes, el combate al crimen organizado. Por otra parte, también era recurrente la aplicación del Plan DN-III-E debido a las inundaciones anuales por desbordamiento de los ríos Santiago, Tuxpan y Ameca.
Fui llamado -Paul hablaba cómodo -a realizar el Curso Superior de Guerra, creado para Ttes.Cors. de Estado Mayor, curso que acredité con el primer lugar.
Finalmente, la última posición que ocupé en este hermoso grado, fue de Coordinador Jefe de Sección en el Colegio de Defensa Nacional.
Que privilegio, apoyar y orientar a Generales y Coroneles, así como destacados funcionarios civiles, quienes eran maestrantes para la Seguridad y Defensa.
Variado, precioso y formativo recorrido me concedió esta jerarquía -el orador exhaló emocionado y entre ese acto dijo nostálgico. -Si, la viviría otra vez-. Puso el canto de su mano derecha contra su manzana de Adán, la bajó intempestivamente simulando un degüello místico y dijo
-!Es cuanto!-.
Último patrullaje.- hace horas desde una cuenta legítima de Facebook un “oficial de Marina” hoy elemento de la Secretaría de Seguridad del Estado de Guerrero ventiló en esa pagina una serie de “desencuentros” entre ellos (los Marinos) con Agentes Ministeriales de la Fiscalía de ese mismo Estado. Lo que nos hace ruido acá en el Tanque de Ideas es que este militar “” hace uso de los modos que cualquier ente civil usa para tratar de “quemar” a otro, léase “grillar”, cuando uno espera que entre Militares de ese nivel el Espíritu de Cuerpo la ética y el profesionalismo sería el que rifara.
Acá, es decir en ese momento y situación, el Secretario de Seguridad de ese Estado deberá echarle carácter para controlar a sus oficiales comisionados por la misma SEMAR. De por si ya los resultados que el plan de Seguridad Publica en ese Estado, dirigido por la Secretaria de Marina, son catastróficos.
Ahora, no es un secreto el decir que el Capitán Evelio Méndez Gómez, Secretario de Seguridad de Guerrero, carece de un amplío carnet táctico (no es operativo, su praxis es netamente administrativa) por lo que eso de “el don de mando” no muy se le da.
Por el bien de Guerrero urge que desde las oficinas de Cuemanco (CDMX) les manden señales con las banderas.
Balazo al aire.- habría que disfrutar cada grado.
Greguería.- que favor le debo al sol por haberme calentado, si de niño fui a la escuela y de grande fui soldado….”Pito Pérez”.
Oxímoron.- !cállate mudo!
Haiku .- rio de piernas largas,
de besos cortos.
Río eres para mi.