Alguien que lleve mucho tiempo en el debate público, o haciendo proselitismo, o en clara exposición ante la ciudadanía en general, crecerá, crecerá, crecerá, con el riesgo de llegar a un momento de estancamiento, y del rebase por otra persona que de repente emerge en la competencia, salvo que tenga una presencia con fuerza de imparable.
La referencia es en alusión a las ‘corcholastas’ de Morena y del Frente Amplio por México. Concretamente una comparación entre lo que podría pasar entre Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz.
La morenista lleva mucho tiempo en el debate público para la sucesión presidencial y diversas encuestas la colocan como puntero de las ‘corcholatas’ guindas, aunque Marcelo Ebrard le pelea éste lugar sin aceptar el segundo sitio.
En cambio la panista –por decirlo de algún modo, pues Xóchitl no está afiliada al PAN— apenas a mediados de junio pasado alzó la mano para competir en 2024. No lleva ni un mes y ya se ha posicionado en el ánimo ciudadano, por lo menos en los sectores que no coinciden con la “Cuarta Transformación” o que coincidían pero que se alejaron ante el maltrato por parte de la misma.
Por ejemplo, el sector empresarial y la clase media.
Habrá que recordar que Andrés Manuel López Obrador ganó arrolladoramente la elección presidencial porque, entre otros factores, votaron por él mucha sociedad civil, empresarios, intelectuales, profesionistas, burócratas, etc; votantes que le tenían miedo a la izquierda, pero en 2018 votaron hartos de los excesos de las élites del PRI.
Aún se desconoce si Xóchitl será la candidata presidencial del Frente Amplio por México, porque dependerá en mucho de los intereses de cada partido político miembro y, principalmente, de los intereses de los dirigentes del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas; del PAN, Marko Cortés Mendoza; y del PRD, Jesús Zambrano Grijalva.
Pero si fuera Xóchitl, tiene posibilidades de seguir creciendo en el ánimo de la ciudadanía. ¿Hasta qué punto? ¿Hasta emparejarse en la preferencia electoral con Claudia? ¿Incluso hasta rebasarla?
Y si por el lado de Morena y aliados fuese Claudia, ¿seguiría creciendo como la candidata? ¿O llegaría el momento del estancamiento? ¿Incluso, de empezar a decrecer en el ánimo ciudadano?
No decrecerá en el ánimo del electorado que conforma el voto duro de Morena y el ‘voto cautivo’ conquistado gracias principalmente a los programas sociales y, por qué no, también gracias a buenas acciones de gobiernos estatales morenistas.
Más bien, no crecería en el ánimo de la ciudadanía que engrosa los índices del voto vólatil, del voto indeciso. Ahí se incluye al sector empresarial y a la clase media, la cual se ha sentido hasta ofendida por la Cuarta Transformación.
En escenarios así, la contienda suele cerrarse.
(Por cierto, no ha de ser casualidad la aseveración de Claudia sobre que la Cuarta Transformación no es enemiga de los empresarios).
Sin embargo, Claudia o quien resulta ganador de la contienda de Morena todavía tendría posibilidades de triunfo en la elección presidencial de 2024, porque los partidos que conforman el Frente Amplio son casi puro cascarón, ni ofrecen nada como partidos políticos en sí mismos.
Para empezar a creen en el PRI, en el PAN, en el PRD, primero tendrían que cambiar a sus dirigentes nacionales y luego renovar sus estructuras locales y municipales, que en muchos casos ni las tienen. Pero este es otro tema.
¿Y por qué la comparación Claudia-Xóchitl? Porque como dicen los morenistas en los promocionales: #EsClaudia. Es evidente la movilización de las estructuras a su favor para convertirla en candidata y en la primera Presidenta de México para darle continuidad fielmente a la transformación iniciada por AMLO.
Así que será ella salvo que ocurra algo inesperado, y entonces el jefe político de Morena pondría en marcha su plan “B” o su plan “C”, o el plan que quede.
Y la ‘corcholata’ que sea, ¿también correría el riesgo de estancarse considerando su promoción anticipada?
En fin, son siemplemente escenarios de probabilidades.
Una probabilidad más es que Xóchitl no sea la candidata del Frente Amplio por México porque así convenga al PRI, al PAN y al PRD; o porque no cumpla los requisitos o por cualquier otra circunstancia. Entonces está sociedad de de partidos perdería la oportunidad de por lo menos obtener una alta votación.
‘CORCHOLATAS’ DEL FRENTE
Hasta el cierre del registro se sabrá cuántas y cuáles son las ‘corcholatas’ inscritas para competir por el cargo de Responsable Nacional de la Construcción del Frente Amplio por México. Pero hasta donde van, en su mayoría son cuadros políticos que suelen hacer trabajo político desde el escritorio.
Y para ganar una elección uno de los factores a contar es el capital político de la persona candidata, a menos que Dios les haga el milagro y la ciudadanía concurra mega masivamente a las urnas electorales a su favor.