- Los libros de texto gratuitos cancelan la libertad de los niños
- ¿Qué Constitución le autoriza al obispo a meter su cuchara?
Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho, dicen que dijo el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Manca, porque en realidad el par de soñadores se había encontrado con los curas, tan conservadores como la tía que iba a misa, todas las madrugadas, envuelta en su rebozo negro. Y aunque nunca la dijo, la frase cervantina es demoledora: la iglesia mexicana, hablando de la jerarquía episcopal y clerical, es absolutamente intolerante con el gobierno de la Cuarta Transformación, completamente complaciente con los gobiernos del capitalismo salvaje pripanistas, y rechaza el mensaje de justicia y amor del fundador de la Ecclesia: el Nazareno Jesucristo; es decir, la extrema derecha ultra conservadora, reaccionaria, está influenciada e inclusive aleccionada por el Yunque, un ente cuasi secreto que inspira la campaña en contra de los libros, asegurando que son comunistas.
En esta línea, el obispo de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, rompiendo con la Constitución Política, que les prohíbe a los clérigos intervenir en cuestiones políticas en público, instruyó a los sacerdotes de su diócesis a invitar a los católicos a que participen en una marcha convocada por un llamado Frente Nacional por la Familia, para el próximo día 20 de este agosto, a fin de manifestarse contra la distribución de los libros de texto en la entidad hidrocálida. O sea que el obispo se ha de haberse manducado todos los textos para concluir que son nefastos, unos panfletos comunistas, para el alma y el corazón de los niños hidrocálidos.
Espinoza Jiménez escribió en su carta pastoral: “A todos los sacerdotes, en el ejercicio del derecho ciudadano a la libre manifestación, el Frente Nacional por la Familia, (FNF) ha organizado una Marcha para mostrar su inconformidad por el contenido de los Libros de Texto para los niños en etapa de Educación Básica. El FNF ha extendido la convocatoria a participar de este evento a todas las personas que están en desacuerdo con estos libros.
El obispo aclara que fue el FNF el que le pidió que invitara a las personas que desearan sumarse a esta iniciativa civil, motivándolas sobre la importancia que esta Marcha posee: “Como miembros de la Iglesia, no podemos permanecer indiferentes a estas iniciativas, que no van de acuerdo con los valores del Evangelio.(No van de acuerdo con el Evangelio, según quién. ¿Según el Papa Francisco? O ¿Según el obispo de Aguascalientes?) Al parecer, este obispo no leyó ninguno de los libros de texto susodichos, pues con toda impunidad alega que tienen una tendencia marxista, política, ideológica, y hay muchas cosas que pueden desorientar a nuestros niños y adolescentes.”
Y enseguida, el prelado se involucra más profundamente con el desaguisado de los padres de familia: “Y cómo es un tema importante, yo si quiero hacerles conciencia. Sí en un momento nos impusieran esos libros, yo les pediría a los padres de familia tener mucho cuidado y estar muy atentos para reforzar la educación en sus casas, para ayudar a sus niños en sus tareas; eso implicaría un trabajo más dedicado de parte de los papás”.
“La educación tiene una finalidad que es crear la libertad en los niños y en la adolescencia, en responsabilidad y que sea capaz de transformar este mundo y estos libros cancelan esa posibilidad que tiene la educación cómo objetivo. Bueno pues está la invitación y pidan mucho a Dios que nos abra los caminos que debemos de seguir y sobre todo en este campo educativo tan importante en nuestro país y yo les he dicho que Aguascalientes tiene una buena educación y los maestros tienen que salir a flote y a la defensa.
Y en qué artículo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se les autoriza a los obispos a meter su cuchara en los asuntos de la república. La gobernadora panista de Aguascalientes, Teresa Jiménez, no tiene ningún impedimento constitucional para decir barbaridades.