Alito, el ayatola de la cargada, el carro completo y la sentencia, defenestró a Paredes

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¡Uy! y haciendo gala de la más putrefacta verborrea priista, no se midió. En el ridículo total fue pataleando que a él nadie le dice qué hacer ni cómo. Payaso. Fue tan patético oírlo como el sepulturero del PRI que ha sido. Pontificó con la vieja usanza priista que muestra que el PRI no es opción ya, sin medirse, sin limitarse, demostrándonos porqué el PRI ni solo ni como Frente merece un solo voto en 2024. Mejor para México darle ya la espalda, llegó el momento definitivo, que ayer presenció la vieja cargada priista, esta vez con el fantástico y evidenciador ingrediente de echar por la borda a una priista como Beatriz Paredes. Así, sin más. Fue tan elocuente el priismo inútil que ya nada aporta, que lo mejor fue dejar que hablara Alito, para que nos mostrara su inoperancia y por qué sí merece perder en 2024.

Y sí, el PRI se va por Gálvez porque la gente sí rechaza y sí rechazó al PRI. La gente no quiere al PRI. Y la verdad es que tampoco oculto, disfrazado, mimetizado en un Frente y el día de mañana, en una coalición. Es la llanta baja de una mala candidatura y una pésima candidata como ya lo es Xóchitl Gálvez y el acto bochornoso de Alito el miércoles 30 de agosto, nos demuestra que el PRI no es opción, no tiene candidato y la oposición a Morena solo perdió 5 años sin construir agenda. Se le fueron en lo fácil: insultar a López Obrador. Aquí están las consecuencias. La oposición en México es muy mediocre y no es opción en 2024 ni es ni ha sido mejor que Morena. Merece ni un voto. Alito demostró que PRI y PAN sí son lo mismo y para mal.

Aclárese: Paredes es una pésima candidata, también, ya que es la derrotada opción opositora de 2018 y eso es una pésima opción. Vamos, no es opción. Pongan lo que pongan. Y dígase: el PRI defenestró a un anciano en sendos videos de 2018 por sus 63 años, pero en 2023 se le veía contento al PRI con una anciana priista de 70 y aplaude como foca a la panista de 60. Entonces, lo que no le gusta al PRI son los ancianos opositores. Eso es ser mañoso y excluyente. Pues así reconozcamos al PRI: mañoso y excluyente.

No es que algo haya importado Paredes en algún momento, siquiera, o lo que Paredes pensara o quisiera y de todas formas, ya no importa, aunque aún no llegara la fecha límite de la votación para definir a la candidata opositora, hoy en entredicho e innecesaria ya, como proceso para definir la genuflexa candidata de Claudio X. González, quien decidirá por ellas y por ellos, da igual, porque el circo opositor eligiendo candidato contra Morena, solo es eso, un circo, mal llamado como democrático y Frente por los despistados e ilusos. Opositores, pues.

El miércoles 30 de agosto, Alito mostró el putrefacto PRI que ya no tiene nada qué ofrecer, que igual que en 2018 ya carece de candidato propio a la presidencia de la República y, aunque PAN y PRI hoy son lo mismo y están mimetizados, son la costra de una política rancia y extraviada que sería una verdadera desgracia que ganara en 2024.

Al único estilo posible del viejo PRI de siempre, que eso de “nuevo” jamás de los jamases ha existido, Alito reclamó triunfo de carro completo, pero sin mencionar electores; carro completo como en los años setenta de los que el PRI no ha salido jamás, donde sigue radicando bajo sus siglas, lo peor de la clase política mexicana que ahora arropa a Gálvez y ofreció la desgastada, oxidada y podrida maquinaria de un zombi llamado PRI. Carece de agenda y de vergüenza y con ambos condimentos salpimienta a Gálvez. Vaya caradura que ha sido Alito en su verborrea diciendo que el PRI primero siempre antepone a México o que sabe hacer política. ¡Ja! o va de iluso o de engañapastores. No les va a alcanzar el huipil.

No se ahorró verborrea priista, de esa encandilatontos y despiertasueños en aturdidos seguidores, analistas relumbrados, priistas ardidos de la derrota de 2018 que se merecen repetirla en 2024 por ser PRI lo peor que le ha sucedido a México. Y que la oposición se deje de mentiras. Gálvez no da ni miedo ni inspira liderazgo. Da pena. Y mucha. Carece de agenda y de propuesta. Trae mucho odio…¡ah! y micheladas. Todo dígase.

Así, el Frente eligió la peorcita de las opciones si pretendía triunfar. Gálvez, locuaz, improvisada, impulsiva, pensando con las vísceras, sin el aparato priista –pese a ofrecerlo Alito, que ya ni eso controla– sin agenda, sin propuesta, defenestrada la mujer en sectores panistas clasistas. Xóchitl Gálvez es el candidato idóneo para que el Frente pierda las elecciones de 2024. Paredes era otra cosa y la dejaron ir los muy lerdos. ¡¡¡Bravo!!!

Por último, en el colmo de su ardidez, en el colmo de su desvergüenza, el priista hizo lo más importante de este acto político avalando a Gálvez: sentenció cual obtuso ayatola: que Morena será derrotada y anticipaba que de una forma tal, que no se recuperará. En realidad, el maleficio, la mesiánica sentencia priista es un búmeran contra el putrefacto PRI. Si pierde la presidencia otra vez en 2024, será el PRI el que ahora sí se largue al basurero de la historia de una vez por todas. A los ciudadanos les toca conseguirlo y están a nada de favorecer esa derrota priista definitiva. Merecida. Falta ya nada para conseguirla.

Así, el Frente cometió dos grandes, gravísimos errores de estrategia: a) sacar candidato antes que Morena, pues da ventaja a Morena para calibrar el candidato qué necesita, robustecido ante la debilidad evidente, tanto discursiva, estratégica, logística de Gálvez, de insuficiencias intelectuales bien probadas, y b) segundo error. Justo elegir a Gálvez, la menos indicada y con menos colmillo. Claro, la gente rechaza el logo, las siglas, las figuras priistas. Eso es lo que se calló Alito. No, no es que sea listo ni el PRI busque unidad, es que se sabe defenestrado por la sociedad. Solo los priistas que tragan del PRI siguen apoyándolo. Los demás, pasan ya del PRI, sin ya seguirlo.

Y El PAN que no se adorne tanto. Que gane la Gálvez este circo, no hace excelso al PAN ni fantástico a Marko Cortés. Ganó lo peorcito que podían ofrecer y ofrecen. Desde ya, su candidata es perdedora. Ya veremos si remontan la derrota dentro de 10 meses. No despierta delirio la nominada. En serio ¿creen que la gente votará Gálvez para no votar Morena? Edomex demuestra que no es así. Sigan neceando, opositores. Y negando las evidencias. 5 años para salir conque Xóchitl Gálvez. No, pues ¡wow! oposición. Sí merecen perder las presidenciales de 2024. Y dígase: se necesita un candidato fuerte para que la gente vote legisladores, pero si estos son tan impresentables y la candidata tan sosa, la derrota está garantizada, pues no inspira ella a votar por aquellos. Es lo que hay.