De cara a la sucesión presidencial de 2024, caben unos apuntamientos sobre ese binomio.
El juego de Movimiento Ciudadano, de muy cuestionables resultados cuando se trata de evaluar sus gobiernos, ya que son bastante decepcionantes y sumamente polémicos porque son muy ocurrentes y autoritarios, ¿verdad, Alfaro? es que dejan mucho qué desear. Pareciera que MC se dirige solo a conservar registro y así, podernos seguir sableando mamando de la ubre.
Eso explicaría que ni importa tener candidato competitivo presentable para la presidencia –¿Samuel García? sea por Dios…¡se la bañan!– ni hacerle mella a los contrincantes. Hay que reconocer que MC puede tener bases mucho más sólidas que en la década antepasada. Ya luego, su propaganda invadiendo Internet diciendo que es el futuro de México, mientras coloca el rostro de Dante Delgado, deja bastante qué desear. Y aquellos spots del niño tarareando sonaban a explotación infantil. Mal mensaje enviaba. No, no era tierno, era de dudosa legalidad. Vamos, ni siquiera es cosa de dividir votos la irrupción de MC. Es conservar un registro como partido, que hacerlo es un negociazo. Y hacerlo por México, faltaba más. ¡Claro! Pues no será para congraciarse con las islas Seychelles.
Los extraviados afirmaban que una candidatura de Ebrard –mal recibida como era natural, por los de siempre, en MC– de haberse concretado, habría restado votos a Morena. Ilusos.
¿Por qué si MC no es de izquierda? ¿por qué no restarle votos al Frente Opositor que se le parece mucho más y no toda la gente antiMorena está con la Gálvez y las siglas PRI son altamente rechazadas por grandes mayorías como es bien sabido y demostrado en encuestas. Son muy modestos los opositores al referirse a sus propias carencias, que merecen ser exaltadas cual corresponde, porque no son opción en 2024 y lo saben.
Metidos en supuestos que nunca sabremos reales de momento, Ebrard podría ser interesante como mandatario y es posible que su presidencia sería reformuladora de proyectos y rectificadora de errores de López Obrador; sin embargo, le sucede como a Anaya, se la ve y se lo ve un tanto ajeno en su campaña a la realidad nacional. En todo caso, mucha emoción innecesaria se le dedica por su berrinche y esa mucha emoción por su aletargamiento no ayuda a su imagen y solo hay una Presidencia de la república, así que muchos serán los llamados, muchos no los elegidos. Dice que piensa la presidencia. Bueno, que la busque a los 70 años en 2030. Por cierto, Lopez se irá de 70.
Y no rectificaron los opositores. Gálvez, que además de ser una pésima candidata, muy desafortunada, es apoyada por puro impresentable cupular colocándola en calidad de marioneta, lo es en tanto la candidata no asuma una agenda propia y no tutelada por aquellos, como sí lo está. Y se van las semanas y sigue en los gazapos y las frivolidades.
Movimiento Ciudadano nunca ha terminado de cuajar. Estancado el cacicazgo y al final, ni picha ni cacha ni deja batear. A los suyos, el cacicazgo de Delgado se ve que les encanta. Y se nota. Para la capital se apunta Chertorivski. Hasta allí podíamos llegar. Cuando ya no hay ni producto ni agenda, se echa mano de lo que sea. Qué pena por México.
Rinconete. Seamos sensatos. Si López Obrador hubiera escrito un mensaje más alarmista avisando de una intensidad del huracán ya conformada y confirmada solo al cuarto para la hora, lo habrían acusado de ceguera y alarmista por hacerlo. No lo hizo, lo aceptó. Se le critica por no haberlo avisado con más alarmismo. Para dónde se hiciera, sus opositores se la cantarían. Así es que mejor dejarse de monsergas, puesto que no dejan a nadie boquiabierto jugándole a cariacontecidos con el no mensaje del presidente. Cumplió 70 años, ya se va. Deberían de estar no felices, sino construyendo agenda, pero como opositores se les va en no pensar, en proferirle insultos. Mas, la gente los observa y toma nota de tanta carencia discursiva y de tanta mediocridad opositora.
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