Diez Normas para redactar cuestionarios en Politing: Fáciles de seguir

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“Hay tres clases de mentiras: 

las mentiras, las grandes mentiras  

y las estadísticas”. Mark Twain

Académicamente no hay normas concretas para redactar un cuestionario; no obstante, de la experiencia se desprenden dos consideraciones generales que todo gerente de Politing debe tener muy en cuenta. 

La primera es que debe traducir los objetivos de la investigación en preguntas específicas, cada pregunta debe llevar al interrogado la idea -o grupo de ideas- requerido por el objetivo de la investigación; y para cada pregunta deberá recibirse una respuesta susceptible de análisis, de manera que los resultados satisfagan los objetivos de la investigación. Cada pregunta deberá formularse de manera que la respuesta refleje exacta y cabalmente la posición del interrogado.

La segunda consideración general con respecto al cuestionario, es ayudar al entrevistador a provocar motivaciones en el interrogado, para que transmita la información requerida. Debe ayudar, entonces, a crear las circunstancias propicias para que el interrogado se comunique plena y libremente.

De acuerdo con lo anterior, las preguntas que aparecen relacionadas en un cuestionario se deben concebir en función, en primer lugar, de las informaciones, los análisis y las opiniones que el gerente de Politing investiga y, en segundo lugar, en función del público objetivo. Se trata de empezar, por lo tanto, construyendo un listado con las informaciones relativas al estudio. Dicho listado debería contener aspectos tales como los objetivos del estudio, las hipótesis de trabajo, los públicos objetivos, la naturaleza de las informaciones buscadas, la situación geográfica, de la información a buscar y el periodo de la encuesta 

Adicionalmente y con el fin de facilita la labor de todo gerente de Politing, estas son diez normas que también la experiencia en campañas, la práctica en investigación y la pericia de los latinos, se consideran como importantes, prácticas y muy recomendables.  

  1. Conviene determinar -en forma concreta- los objetivos que se persiguen con el sondeo o encuesta, es decir, la información que se va a solicitar a los encuestados.
  2. Se debe decidir el tipo de encuesta se va a utilizar, puesto que de él, dependerá el tamaño y estructura del cuestionario. Para encuestas postales o telefónicas el cuestionario será breve (10 preguntas como máximo). Si la encuesta es personal, el cuestionario será más amplio (15 a 20 preguntas) y si el método de sondeo es un panel de electores, el cuestionario podrá ser más largo puesto que la entrevista será más profunda.
  3. Conviene determinar el contenido de cada pregunta y preguntarse si es necesaria o si ya está implícita en alguna de las anteriores; si es necesario realizar más preguntas en lugar de una, para facilitar la respuesta o conseguir respuestas más concretas. Habrá que considerar, además, si el encuestado puede y quiere dar la información solicitada.
  4. Se deben eliminar las preguntas que no estén relacionadas –directamente- con el tema a investigar, pues con ellas se prolongar excesivamente el cuestionario. Hay que ser prácticos y confeccionar cuestionarios que permitan entrevistas ágiles y breves.
  5. En la formulación de las preguntas se deben emplear vocablos y términos adecuados con palabras claras e inteligibles por todos los niveles culturales a los que se dirige la encuesta. Hay, por supuesto, que evitar las vulgaridades y no emplear términos de significado distinto según la zona o región donde se haga la encuesta.
  6. Se deben evitar las preguntas compuestas por varios párrafos y dependientes entre sí, pues esto hace que el entrevistado no determine el verdadero sentido de la pregunta. Una pregunta debe tener una extensión máxima -de ser posible- de dos líneas.
  7. Las preguntas debe seguir un orden lógico. Conviene iniciar con preguntas introductorias y generales, antes de formular las concretas y personales. Las primeras, deben se de interés básico y de fácil contestación. Las embarazosas se deben dejar para el final y las de control, deben estar estratégicamente colocadas a lo largo de la encuesta.
  8. El cuestionario debe tener un tamaño mínimo, de ser posible, una sola hoja así esté escrita por las dos caras. La sensación psicológica que le da al encuestado una única hoja es distinta que si se le presenta un cuadernillo como cuestionario para contestar. 
  9. El cuestionario debe estar elaborado en papel fuerte, de forma tal que el entrevistador no lo perfore o lo estropee al escribir sobre él, en condiciones, muchas veces, incómodas. Conviene que el color sea claro, facilitando la lectura de las respuestas.
  10. Nunca se olvide agradecerle la colaboración al entrevistado/encuestado, tanto en forma escrita -al final de la encuesta- como verbal, por parte del encuestador.  

Con estas 10 normas se evita que algunos candidatos contesten que volar en avión es muy seguro, pues la totalidad de los fallecidos en accidentes aéreos mueren al llegar al suelo.