Ayotzinapa…contrainformacion.

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     En 1960 aparece en la “pantalla grande” el largometraje que perfectamente define el espíritu del ser del magisterio rural, sistema hacedor de educadores con verdadera vocación creado por, el “cárdenismo”, todo ello en el México recién salido de guerras civiles y violencia.

    Me estoy refiriendo a la película “Simitrio”. Ahí, en esa cinta además de darse un “frente a frente” artístico, pues José Elías Moreno (Don Cipriano) y José Tejada (alma de nuestro Simitrio) vaya que despliegan arte escénico,  ahí se pinta el paisaje de la Educación Primaria Rural diseñada por el Gral. Lázaro Cardenas del Río.

    El largometraje habla de una digna escuela rural esa de una sola aula, con techos de tejas, muros de adobe encalados; y justo en ese espacio es donde el maestro, al mismo tiempo que le enseñará a escribir a un puñado de infantes de no más de 6 años a otros, de 11 o 12 años, les da clases de aritmética y geometría; aunque a todos, en su momento en música les educa en solfeo haciendo de la clase de canto un momento catártico de la película. En esas escenas está el quid de la escuela rural de México.

    La cinta fue grabada en el entonces pueblo de Milpa Alta. El anciano maestro, casi ciego por “cataratas” reconocía a alumnos y ex alumnos tan sólo con escuchar las voces de estos. Regreso al paisaje.

Entre lomas y tierras trabajadas don Cipriano iba y venía en un trasijado caballo, en ese lento ir hacia su escuela seguramente trazaba en su mente “el plan del día” y, por su lado los alumnos, sabidos de las limitaciones del maestro, ideaban el cómo divertirse a costa de él.

Durante los poco más de 90 minutos se alcanza a entender como era la “escuela rural” del México post cardenista. El melodrama termina dejando una enorme enseñanza a quienes vieron, ven y verán “Simitrio”, las ingeniosas travesuras de los niños fueron sofocadas por el apostolado del buen Maestro.

Para bien o, al revés, ahora tengo en la cabecera de la cama dos autores que hacen, dentro de mi blonda y alba cabellera, un tibio “licuado de ideas”. Margarite Yourcenar y James Joice me dicen, tomándome la mano que blande la pluma, “por aquí..no, por allá”; como fuere, seguiré rumbo a la querencia y escribiré exactamente como se me dé la gana.

 

El Presidente Lázaro Cárdenas pone en marcha la educación normal rural, siembra en el territorio nacional decenas de Escuelas Normales para impartir educación media cubriendo necesidades de “educación” en pueblos y comunidades. Una de esas escuelas es la Escuela Normal Rural Raul Isidro Burgos.

La Normal de Ayotzinapa (como se le conoce) en los 60/70as fue modelo de éxito en las políticas de educación rural, con espacios que los jóvenes estudiantes en su mayoría nunca conocieron en su infancia allá en sus lejanos pueblos; dormitorios dignos, agua corriente en los baños, comedor, !tortilleria! !panadería! albercas semi/olimpica. Sin embargo.

Doctrinas de una izquierda radical llegaron a “ayotzi” y se arraigaron, pensamientos Mao/istas, leninistas y Ho- Chi- Min/istas que, primero fueron “románticos”, esos se fueron incrustando en la mente de la “escuela” formadora de maestros rurales y, paulatinamente se fue radicalizando el sistema hasta enseñar a actuar a los “normalistas” como entes Troskistas; eso más malas cabezas que fueron sustrayendo material y equipo de los edificios (cobre, estufas, etc) deslizó ese proyecto educativo hacia las puertas del caos.

De pronto, dentro de la escuela y de los mismos espíritus de esa Normal emerge la idea de gobernarse con la herramienta de la “alumnocracia”, entiendo eso como una suerte de “liderazgo de órdagos” y también entiendo, y lo mismo proyectan algunos compañeros de este think tank, la llegada junto con eso, de la debacle de la Escuela Normal Rural Raul Isidro Burgos.

Regreso a la escuela de Don Cipriano, recuerdo la ceguera de sus ojos y el como suplía esa con abnegado oficio; pero también recuerdo el objeto de nuestra investigación. Y sigo con Simitrio.

Ahí se puede incrustar la convivencia del “maestro del pueblo” como fraternal contra peso natural del “cura del pueblo” ambos amigos del boticario.

Con que me quedo y, cuál es nuestro prospectiva?

Genial y progresista la decisión del Presidente Lázaro Cárdenas, recordemos que por esos años también impulsó el levante de columnas del Instituto Politécnico Nacional. Sea entonces.

Existen “perfiladores” que aseguran la desaparición de la Escuela Normal Rural Raul Isidro Burgos, “además del alto costo de su operación no está generando Maestros Rurales y si está levantando entes subversivos” dicen quienes promueven el abatimiento de las columnas que sostienen esa Escuela. También existen quienes defienden la continuidad y regeneración del Sistema de Escuelas Normales Rurales en el territorio nacional, “de no existir estas escuelas miles de jóvenes venidos del campo no tendrían futuro técnico/académico” …sea por Dios (diría mi padre). Y a manera de malletazo de cierre autoritario lean esto.

-el lobo siempre será malo si solo escuchamos a caperucita-.

Último patrullaje.- Guerrero. La acción política a todo lo que da. La práctica desplegada por la señora que fue electa como Gobernadora vaya que jala los reflectores, resulta que los mecanismos de procuración de justicia y operaciones tácticas de seguridad pública no están bajo el paraguas de sus desiciones, así, cuando se prende algún foco (amarillo o rojo) en esos espacios Evelyn Salgado hace lo suyo !politica! y, la mayor de las veces desfase el entuerto. Con política resolvió la crisis del transporte público y, todo deja saber que, con política pasaron la crisis del normalista herido y muerto hace solo algunas horas.

 

Balazo al aire.- el difícil trabajo de entender la política.

Greguería.- la verdad es la mentira más eficiente. “Frederic Nietzsche”

Oximoron.- ven, tráeme tu ausencia.

Haiku.- tu AMOR, es elixir,

pase mágico,

pócima tuya. De ti.