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    En el patrullaje próximo pasado iniciamos el fantástico tema de “la búsqueda de todo lo relacionado al quehacer de espía”.  Liddell Hart entonces puso a la disposición de nuestros 10 lectores todo el contenido de sus libreros. Fueron  diez los primeros tomos comentados.

Este patrullaje de hoy intentará hacer exégesis de diez libros más, aunque, es menester decirlo, para quien esto escribe la piedra angular del estudio de este y otros asuntos relacionados a la defensa y seguridad de nuestra nación es “Secretaria de la Defensa Nacional//Historia y Perspectivas”.

En el libro referido en los dos últimos renglones anteriores, su autor, Carlos Demetrio Gaytán Ochoa se deja entender por “civiles y militares” lo que es extraordinario pues, muchas veces el lenguaje y léxico “militar” genera prurito a los lectores no adeptos a las disciplinas militares… si ahora se está usted preguntando “dónde está la relación entre los libros de nuestro Liddell Hart (de espionaje y asuntos similares) con tópicos de defensa y seguridad nacional, solo le puedo recomendar…siga leyendo”

BLeamos ahora los títulos de los siguientes diez libros recomendados por este pequeño clon de Clark Kent acá llamado Liddell Hart.

11. “Gruñidos imperiales. El imperialismo norteamericano sobre el terreno” de Robert D. Kaplan. Narra las peripecias de un corresponsal de guerra, ejerciendo su “periodismo de trinchera” y mostrando “cómo se aplica el imperialismo estadounidense y la guerra global contra el terrorismo sobre el terreno de las junglas del sur de Filipinas a los páramos gélidos de Mongolia, desde los fuertes de Afganistán hasta las selvas de Sudamérica, usando a las fuerzas especiales, los Marines y cuerpos militares estadounidenses que ejecutan muchas facetas de la política exterior norteamericana (la dominante estrategia militar estadounidense)”.

Por cierto, es la mar de interesante involucrarse en el trabajo académico del Dr. Francisco Franco. Si alguien tiene el Know How del -como explicar esos temas- francamente (Sic) es él, vamos al “12”.

12. “Yo, el francés. Crónicas de la intervención francesa en México (1862-1867)” de Jean Meyer. Hace suyo lo dicho por François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire: “El historiador es un parlanchín que hace triquiñuelas a los muertos”, blasfemando verdades como que “en esa región de México sobraba el vino local y también el whisky que venía del Norte con los americanos de Juárez”. Cómo, las huestes del Benemérito de la Patria contenían gringos? Espero que ni don Hilarión Frías y Soto (“Juárez glorificado”) ni don Justo Sierra (“Juárez, su obra y su tiempo) ni don Eduardo Antonio Parra (“Juárez, el rostro de piedra”) se hayan enterado. Don Catón lo sabrá? Sin duda, el viejo zorro sabe de “la amarga soledad de dos en compañía” y también supo de “Aquellos a quienes yo veía como héroes impolutos eran en verdad hombres que cometieron grandes yerros y aún traiciones”, conoció que “la historia mexicana (es) un acumulamiento de mentiras y mixtificaciones”… vaya que este, nuestro Liddell Hart sacó la pulpa del libro encomento. Que nos dice del “13”?

13. “Atrás de las líneas enemigas” de James Dean Sanderson. Narra las pequeñas batallas que, de ser exitosas, comprueban la valía de la Ley de Pareto, expresada en “misiones suicidas de la Segunda Guerra Mundial para matar a Rommel y al general Student”, entre otras misiones, con datos que parecieran nimios, pero que no lo son, como eso de que de los hombres que participaron en dichas misiones “nueve de cada diez eran cortos de estatura”. El autor romantiza, y justifica, a la guerra con chanzas como la siguiente: “…fue solamente en la guerra cuando todas sus energías y toda su inteligencia pudo canalizarse en una dirección útil intelectual”. -vaya chanza (“”).

14. “El Servicio Secreto de los Estados Unidos” de Walter S. Bowen y Harry E. Neal. Libro propagandista e insustancial (del año 1961), que contiene sutilezas como esa de que “…el Servicio Secreto se transformó rápidamente en el terror de los delincuentes que inundan el país de billetes falsos”. Pos claro, la Reserva Federal (banco privado disfrazado de gubernamental) no quiere competencia “desleal”. Del contrabando de whisky, de loterías fraudulentas, estafas con tierras fiscales, escándalos petroleros, la “implacable” lucha contra la Mafia, etcétera, mejor ni hablamos, que lo hagan los autores de este sesgado libro.

15. “Informe sobre el átomo” de Gordon Dean. Relata el viaje del poder del átomo desde que Truman, justificando su decisión, anunció a su pueblo y al mundo: “Hace dieciséis horas un avión norteamericano dejó caer una bomba sobre Hiroshima, importante base del ejército japonés. La bomba tenía más potencia que 20,000 toneladas de TNT…Se trata de una bomba atómica… La fuerza de la cual obtiene el Sol su poder, ha Sido desatada contra los que llevaron la guerra al Lejano Oriente”. …!que extraordinario ejercicio para el alma es este de -leer y entender- nos faltan cinco..

16. “Historia de la Guerra Fría” de John Luckacs. Según el autor “La Guerra Fría (G. F.) se produjo no a causa de que las ambiciones de la Unión Soviética apuntaran directamente a los Estados Unidos, sino debido a las ambiciones de Rusia en Europa, especialmente en Alemania”. Ofrece además datos concretos como que:

– Verano de 1945, primeras escaramuzas de la G. F.

– Julio de 1945, se crearon las condiciones geográficas de la G. F.

– 1948, el término G. F. (acuñado por Walter Lippman) adquiere popularidad.

– El término “Telón de Acero” es de Churchill.

E información tan obvia (a toro pasado) como que “los japoneses emprendieron -a través de Moscú- los primeros pasos de tentativa hacia la consecución de la paz”. Claro, los nipones eran, igual que los alemanes, reacios a rendirse ante el país que más habían ofendido durante la guerra…. No los distraigo.

17. “El juego de los zorros” de Ladislas Farago. Es “La historia inédita del espionaje alemán en los Estados Unidos y la Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial”. Señala paradojas como: “La habilidad de los alemanes para cubrir la información de la industria de la aviación de los Estados Unidos tuvo una significación casi histórica. El hecho de que pudieran obtener prácticamente todo lo que necesitaban para el desarrollo de la Luftwaffe posibilitó el que ésta se hallara lista para el combate en 1939. Sin esta ayuda de los Estados Unidos ese desarrollo hubiese requerido mucho más tiempo y los alemanes no podrían haber ido tan pronto a la guerra como lo hicieron”. El autor cita como fuente archivos del Abwehr, el servicio secreto alemán dirigido por el almirante Wilhelm Canaris, señalando advertencias para quien las quiera escuchar, como que: “La batalla del servicio de inteligencia estaba perdida meses antes de que Alemania perdiera la guerra” y que “El destino de los espías alemanes en Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, puede ser aclarado de manera concluyente, fueron atrapados, internados y ejecutados, o se convirtieron en agentes dobles, todos ellos”. Y.

     18. “Cazadores de secretos” de Jim Hougan. Relata “Las operaciones privadas de agentes secretos que actúan como duendes en la vida íntima de los grandes magnates, los políticos poderosos y las compañías transnacionales”, es decir el uso privado de agentes secretos circunscrito a las “guerras” económicas y de poder, invitándonos, además, a voltear a ver lo “romántico” del espionaje.

    19. “Águilas negras” de Larry Collins. Historia novelada hecha invitación para introducirse en el conocimiento de las operaciones clandestinas de la CIA, específicamente para atender a su díscolo agente “secreto” panameño Manuel Antonio Noriega, su principal intermediario con el Cártel de Medellín, desnudando las intrigas políticas que mueven los hilos secretos del mundo. Con el siguiente libro cerramos esta segunda entrega de -los documentos recomendados por mi tatic para esto del asunto del “espionaje”.

20. “Los Guadalupes y la Independencia” de Ernesto de la Torre Villar. Relata las peripecias de la sociedad secreta de Los Guadalupes, organizada para apoyar el movimiento insurgente mexicano, aunque con un dejo exculpatorio cuando señala que la existencia de “patriotas hispanoamericanos que no advirtieron cómo la ayuda que se les proporcionaba les ligaba con poderosos intereses económico-políticos más fuertes y efectivos que los principios del liberalismo”, tan idiotas estarían los Guadalupes? Pensaban que los gringos eran nuestros amigos del alma? El autor también señala a la masonería como instigadora de añagazas políticas en favor de los Guadalupes y la influencia negativa de la jerarquía eclesiástica en el éxito del movimiento insurgente. Ahora. E de advertiros, queridos 10 lectores, quedan 30 libros por exegisar, y si, tal ves usted se pregunte “que tiene de informativo todo lo anterior con el oficio de “espier”?

El terrible perfil de OTACUSTA es el de una persona adicta al traer y llevar chismes, cuentos y enredos. Así, cuando un “espía” es descubierto inmediatamente recibe esa calificación y, como en ese trance ese va solo entonces tendrá que guardar argumentos que le “den tiempo” a desanudar su entuerto.

Último patrullaje.- entiendo, pues así lo ha dejado saber el profesor Francisco Franco en el aula, que -un analista de riesgos debe proyectarse como un ente especializado y responsable para proyectar información útil para la toma de decisiones de alto nivel.

Balazo al aire.- el universo detrás del universo.

Gregueria.- un espía es un monje con úlceras por guardar tantos secretos.

Oximoron.- mentiras verdaderas.

Haiku.- pues si, soy una piedra,

más, piedra feliz

!pues vivo en ti, río!