El próximo presidente municipal de Centro debe poseer una capacidad a prueba de fuego para enfrentar una de las peores crisis que se avecinan en Tabasco: la del agua. Por eso la ciudadanía debe repasar bien las trayectorias de los candidatos para no llevarse un fiasco.
El estado en que se encuentra la red de agua potable y alcantarillado difícilmente aguantaría más allá de un par de años. De ahí las estimaciones de que a la próxima administración le estallará el conflicto.
En el Edén esté servicio básico está subsidiado: lo que le cuesta a la ciudadanía es apenas una parte de lo que vale producirla.
A principios de su gestión, el alcalde Evaristo Hernández Cruz propuso que la iniciativa privada participara en la prestación del servicio, con la finalidad de reponer toda la infraestructura, pero la oposición le echó abajo la propuesta.
En Centro la tarifa del agua potable es de 85 centavos por metro cúbico; debería ser de, por lo menos, 2.50 pesos, a fin de aliviar al colapsado sistema.
Para cambiar la red de suministro se requiere de entre ocho mil y 12 mil millones de pesos.
Mientras aquí el metro cúbico de agua cuesta 85 centavos, en otros estados oscila entre 5 y 15 pesos. En Querétaro, por ejemplo, vale 13 pesos; el agua más cara del país se paga en Nuevo León: 59 pesos el metro cúbico.
Al año la comuna capitalina se gasta por lo menos 500 millones de pesos en la reparación de fugas, que poco tiempo después vuelven a presentarse porque las tuberías están podridas.
En varios puntos de la ciudad las filtraciones crónicas han provocado socavones que ponen en riesgo la seguridad de los habitantes: un hundimiento producido por el ablandamiento de la tierra por la humedad puede causar accidentes fatales.
¡Y, a lo mucho, en dos años podría estarse presentando este problema!
De ahí que el reto del nuevo edil sea cómo librar el escollo.
Es por eso que no se requiere en el despacho de la Plaza Revolución un político que busque sentarse ahí en preparación de las elecciones de 2024.
La prueba de que la comuna ha servido de plataforma partidista es que a mitad del sexenio de Andrés Granier Melo, llegó al ayuntamiento el priísta Jesús Alí de la Torre, quien pidió licencia en el último año de su trienio, a fin de buscar la gubernatura en 2012, que ganó el perredista Arturo Núñez Jiménez.
A finales de la administración de Núñez, el edil capitalino, Gerardo Gaudiano Rovirosa, también se separó del cargo para disputar la gubernatura en 2018.
Esto nos muestra con toda claridad que la comuna de Villahermosa ha sido en los últimos tiempos una suerte de trampolín político.
¿Se repetirá la historia en la última parte del gobierno de Adán Augusto López Hernández?
PARA SU INFORMACIÓN…
EN CUANDUCÁN, TRES de los aspirantes a la alcaldía (Carlos Juárez, Antonio Ochoa y Abraham Cano) han unido fuerza contra Oscar Enrique Ramos, puntero en el proceso interno de Morena. Los dos primeros pertenecen al vinotinto, mientras el tercero va como “independiente”. La terna de expriístas patrocina panfletos contra Ramos.
CÉSAR ROJAS HERRERA ha recibido la adhesión de muchos priístas, luego de que la corriente de Andrés Granier Melo lo eliminara de la contienda doméstica para darle cabida a un allegado de la familia. Hay que estar pendiente porque muy probablemente estamos en vísperas de la balcanización del Revolucionario Institucional. Como dice el lugar común: hay que estar pendiente del político desplazado.