Los partidos políticos tejen dos grandes coaliciones electorales para la renovación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, así como para los comicios locales en las 32 entidades federativas.
Una conformada por Morena muy probablemente con los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM).
La otra, tentativamente integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
Claro, no habría más porque los nuevos partidos políticos tienen prohibido coaligarse en su primera elección. Aunque nada impide que hagan coaliciones fácticas postulando, incluso, candidatos de los partidos insertos en los dos bloques.
Por ejemplo, que uno, dos o los tres partidos nuevos postule propuestas de Morena para que una vez asumido el cargo se sumen a la bancada morenista y así construya la mayoría en la Cámara Baja.
Misma estrategia podría seguir en el PRI con Fuerza Social por México porque en algunas entidades federativas sus líderes tienen origen priista. Aunque la coalición fáctica sería más viable con Morena por tratarse del partido en el gobierno y, según dicen, el nuevo partido tiene bastante afinidad con Andrés Manuel López Obrador vía Ricardo Monreal Ávila.
¿Podría haber una cuarta coalición? Sí puede; por ejemplo, si los dos grandes bloques no cuajan y se parten para conformar una tercera coalición.
Mmm…se pulverizaría el voto, lo cual no convendría a los partidos opositores a Morena, pero si a éste.
Y bueno, en cuanto a las elecciones locales, en las entidades federativas existen partidos con registro estatal, los cuales pueden coaligarse con los nacionales solo para cargos locales, salvo si aquellos son de nueva creación.
En fin, no falta mucho para el desenlace porque prácticamente a mediados de diciembre próximo inicia el plazo de presentación de solicitudes de convenios de coalición para las elecciones federales; y para el caso de los comicios locales, los plazos presentan algunas variaciones, pero casi coinciden por días.
Los partidos políticos deben darse prisa en definir las coaliciones tanto para las elecciones federales como locales. En eso están, pero aceleren en paso porque de la conformación de éstas depende en mucho la suerte de las candidaturas.
¿DE QUÉ DEPENDEN LAS COALICIONES?
De entrada de la voluntad de los líderes de los partidos políticos. Hasta el momento parece haberla. Y en estos momentos cabildean los términos de la coalición.
Por ejemplo, el tipo de coalición a conformar: Total, parcial o flexible. Incluso, si van coaligados solamente para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, o si se coaligan también en todas o en algunas entidades federativas.
Claro, a los comités estatales de los partidos políticos compete operar las coaliciones para los comicios locales, y dependerá de la importancia de los cargos a renovar: Gubernatura, Congresos, ayuntamientos.
La negociación incluye, por supuesto, el reparto de los distritos electorales y/o municipios entre los partidos a coaligarse, y generalmente es el punto donde patinan y a veces hasta truenan porque los partidos siempre quieren “llevar mano”, en vez de hacer un reparto en base al grado de competitividad tanto del partido político como de la persona a postular.
Incluso, casas encuestadoras han generado estudios demoscópicos donde sugieren la postulación de liderazgos naturales, sobre todo en el caso de los partidos de oposición a Morena porque la elección de 2021 se basará en la fuerza del partido en el gobierno federal contra los liderazgos locales (estados, distritos, municipios.
Por lo pronto, en el caso de Morena, su líder nacional Mario Delgado Carrillo ha advertido que los partidos políticos que pretendan coaligarse con su instituto político “deberán comprometerse a defender el proyecto de la Cuarta Transformación y aceptar que quien nombrará aspirantes será este organismo.”
En fin, falta poco para saber si se conforman una, dos o tres coaliciones electorales; o ninguna.
OTRAS FORMAS DE ASOCIACIÓN
Además de las coaliciones, en algunas entidades federativas existen otras formas de asociación política para la postulación, por ejemplo las candidaturas comunes.
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