Cuando faltan 25 días para las elecciones más grandes de la historia, en Tabasco la oposición parece afanarse, más que en presentar proyectos, en empotrarle en la mente al electorado que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es sinónimo de Morena y que este se encuentra distanciado del gobernador Adán Augusto López Hernández.
Los votantes siempre desean que sus problemas se vean reflejados en los discursos de los candidatos. No ha sido así en el caso de la contienda por la alcaldía de Centro, la cual acopia el interés.
La molestia ciudadana más sentida en el municipio de la capital es la relacionada con el agua potable y el drenaje, que parece no tener solución: la oposición histórica, hoy convertida en gobierno, fue siempre partidaria de un Estado paternalista que costeara servicios públicos.
Con la tesis de “gobierno rico con pueblo pobre”, la actual clase en el poder, pero estando del otro lado de la barrera, siempre pugnó en el Edén por el “no pago” de luz y agua.
Como resultado, Tabasco es hoy el único estado del país en donde el agua potable la subsidian ayuntamientos y la cartera vencida ciudadana crece a pasos agigantados, y en donde –además– un cuarto de un millón de habitantes no pagó energía eléctrica por poco más de un cuarto de siglo.
¡El día que un gobierno decida cobrar lo que realmente cuesta producir un metro cúbico de agua habrá una revolución social en la entidad!
Este, pues, es el principal conflicto de Centro y ningún contendiente lo ha abordado en su proselitismo; la abanderada de Morena, Yolanda Osuna Huerta, lo aludió de refilón, mas sus adversarios lo desviaron hacia el edil Evaristo Hernández Cruz responsabilizándolo del problema.
El priísta Andrés Granier Melo se ha dedicado a ofrecer el modelo de gobierno que puso en marcha durante su trienio (2000-2003), cuando eran tiempo de ‘vacas gordas’ y el presupuesto alcanzaba hasta para regalar bicicletas.
Quizá el Revolucionario Institucional no lo ha usado como bandera porque el período municipal de Granier no ha sido el que más obras ha hecho en el rubro, así como tampoco aconteció en su gestión estatal (2006-2012).
En resumen, la principal demanda de los pobladores no ocupa un lugar destacado en las campañas electorales.
En cambio, del lado opositor se batalla para diseminar la idea de que AMLO no es Morena y que la administración de Adán Augusto no lo representa en Tabasco.
Así, operadores priístas y simpatizantes de Granier están repartiendo, vía redes sociales, la ‘noticia falsa’ de que López Obrador “dijo” en una conferencia mañanera, “ante los medios de comunicación de Tabasco”, que no pedirá “el 3 de 3”.
“Que sea el mismo pueblo quien evalúe a los 17 Ayuntamientos que hoy gobiernan el Estado y si los de MORENA están trabajando bien, como yo en el poder Ejecutivo, pues que el pueblo les refrende el triunfo. Yo trabajaré con las nuevas autoridades que el pueblo determine, el cambio es bueno, la alternancia es buena y en lo personal he trabajado mejor con los otros partidos que con los míos… pues muchos me salieron puques (se respeta la redacción original)”.
Para amarrar la estrategia, se falsificó la portada de una empresa editorial, a la que le pusieron como cabeza de ocho columnas: “Andrés Manuel se distancia de Adán”.
No se requiere de alta especialidad en política para determinar que ambas ‘fake news’ buscan que el tabasqueño separe a López Obrador de Morena y del gobernador López Hernández.
@RodulfoReyes