Estamos pronto a conocer los resultados del dictamen que contiene los peritajes técnicos sobre el desplome de la Línea 12 del Metro en Tláhuac. Aquí se pondrá a prueba la resistencia de amlo en lo personal y de su gobierno. No se trata de un acto de corrupción como el de Pío (su hermano),no de las sospechas de enriquecimiento extraordinario en materia de licitaciones o el espaldarazo a Bartlett. Vendrán a la luz pública las averiguaciones penales contra los que resulten responsables directos del colapso que mató a 26 usuarios menospreciados por las autoridades.
Mucha de la información y auditoría periodística ya se cubre desde el extranjero y prueba de ello fue el reciente artículo publicado por el New York Time. La conclusión principal de los estudios realizados por especialistas de la empresa noruega-alemana DNV a todo el proceso de construcción de esa obra, apunta que la tragedia de las trabes que se derrumbaron es consecuencia de lo que llaman una “falla estructural de origen”. Es decir, todo se debe las órdenes ejecutadas en la construcción por los gobernantes en turno así como por las compañías constructoras.
Evidentemente son tres los nombres que sobresalen: Marcelo Ebrard que creyó librar las consecuencias autoexiliandose en Francia, Mario Delgado su brazo operador en la ingeniería financiera y Claudia Sheinbaum a quien el derrumbe del Colegio Rebsamen como la falta de mantenimiento en el Metro la colocan ante actos muy delicados sumando que se filtra públicamente que la madre de la jefa de gobierno la también activista del 68 Annie Pardo Semo) aparece vinculada a la empresa offshore JAEM Ltd teniendo como paraíso fiscal a las islas Virgenes según dio a conocer Panamá Papers.
Aún con estos antecedentes, pensando en no perder la libertad y por supuesto sus ambiciones presidenciales los involucrados han desatado un auténtica guerra intestina arrojando el estiercol político de una oficina a otra. Las presiones crecen sobremanera en la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, para evitar la posibilidad de que algún implicado se dé a la fuga ante los probables delitos de homicidio culposo, lesiones y daños en propiedad de la nación o elaborar movimientos de ajedrez para la impunidad de los peces grandes y la persecución de los charales.
Una pieza fundamental en el proceso es el exdirector del Metro Joel Ortega quien, hay que recordar, se vio injustamente castigado meditaticamente por Ebrard luego de la tragedia en el antro News adivine. Ahí se selló un capítulo de antagonismo político fuerte. Por otra parte, Jorge Gaviño, también exdirector del Metro ha proporcionado evidencias técnicas suficientes al tiempo que retò públicamente a Ebrard pare evitar le enviará “mensajeros” acusándolo de “asesino” tras una sucia y desesperada jugada.
Aún cuando después del desplome se procedió a levantar escombros, varillas y estructuras colapsadas sin que intervinieran los peritos, las conclusiones técnicas serán determinantes. Veremos si Sheinbaum cumple con aquello de llegar hasta los responsables siendo ellos mismos quienes se autopresentaron como juez y parte la noche de la tragedia. Por lo pronto están en la sala de espera de la fiscalía los personajes más cercanos y cómplices políticos de amlo, algo así como cuando su secretario particular y el de finanzas se exhibieron en el caso de las ligas y fajos de billetes. amlo está perdiendo mucho capital político fundamentalmente por defender a los indefendibles pero también por sus muy desafortunadas expresiones, una golpeando severamente a la clase media y a los “aspiracionistas” y la otra que después de no presentarse a conocer y aliarse con las víctimas del metrazo afirmó que los pobres son capaces de entender qué cosas así suceden. Eso y así no es la estampa de un buen presidente, de su gabinete y de su gobierno.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2