Juan Manuel

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Ya es una constante (y lo he documentado) la mala fama que ya tenemos en el extranjero. Hace unos días platiqué con un mesero, amable. Es mexicano, vive en España. Trabaja junto con otro paisano, Luis Miguel. Atienden un establecimiento en la Plaza Mayor de Madrid. Son cordiales, muy atentos al servir.

Juan Manuel es el nombre del personaje, padre de cuatro hijos, contador público por profesión y presume en su pasado haber trabajado como auditor en varias firmas de prestigio. Obtuvo empleo en Chicago durante cuatro años, luego regresó a Veracruz y a Cancún.

Finalmente se decidió dejar México y pensó en Europa. Su origen familiar es español por ello eligió radicar en Madrid desde hace casi cinco años. “Soy uno de muchos que fue expulsado de mi país y me da pena decirlo. Soy el resultado de tres asaltos y un secuestro. A mi socio le balearon su carro, más de 40 impactos. Y mi historia es la de miles de mexicanos. Aquí vivo bien, muy bien. Hay seguridad, empleo, respeto y trabajo, de aquí ya no me muevo, no hay futuro ni expectativas en México”.

Coincidí con un joven francés, políglota, oriundo de Paris, enterado y muy informado sobre México. Conoce Tijuana por asuntos laborales y simplemente formula una pregunta directa “cuándo vamos a recibir noticias buenas de tu país. Sólo nos informamos de violencia, drogas, muchísima corrupción y las extrañas variaciones de personalidad del presidente López Obrador”.

Platiqué también con un empresario español, con pasaporte italiano por su padre de nombre Florián. Culto, conoce su origen y la historia de su país. Radica en San Lorenzo del Escorial. Jubilado, apasionado del esquí en nieve, casado con una rusa. Argumenta que los jóvenes carecen de una educación “como la de antes”.  Apacible, señaló: “En mis estudios aprendí latín porque así me lo exigía mi maestro. Luego griego clásico y cuando se lo platiqué a mi hija, de 28 años, extraordinaria violinista, me dijo: que droga te pinchas papá”.

Se dice liberal, atrapado entre aceptar o no a la monarquía y enemigo de los que saben de todo, pero son extremistas, fanáticos. “Soy muy respetuoso y no quiero opinar sobre Obrador” afirmó, luego de recordar que el presidente mexicano solicitó disculpas por la conquista, pero se lamenta del grado de violencia en México y la ausencia de políticas adecuadas.

“Creo que está equivocado aquel que no acepta el enriquecimiento que nos regala la mezcla de culturas. El encuentro entre México y España fue grandioso y ambos recibimos bondades. No me gusta tratar aquello de los abusos que se dan en una conquista porque aquí en España las hemos sufrido en verdad, además de las guerras. Es falso, es mentira que con Cortés viajarán al nuevo continente maleantes, asesinos y reos. España calificaba a sus mejores hombres para ganar más fuerza. De no ser así no entenderíamos la grandeza de las dos culturas”.

Disecciona a la perfección el avance del poderío romano, del imperio español, sabe y conoce de sus reyes, de los moros y de la integración actual de la Comunidad Europea. Ha visitado a México y varias oportunidades.

Discreto en sus comentarios al gobierno de México dejó en claro que no hay rumbo ni sentido. Las conversaciones con Juan Manuel y con Florián fueron un espejo de lo que sabemos los mexicanos, pero no nos atrevemos a decirlo.

Lo que escuché es la confirmación de que las cosas no están bien, no hay oportunidades para los muchachos aún si esfuerzan por llegar a estudios universitarios. Es muy triste saber que un mexicano, profesionista, “aspiracionista” que buscó lo mejor para su patria hoy piense que ser mesero en España es la única opción, representa vivir con dignidad y seguridad para su familia en una nación que sabe respetar el trabajo y éxito de los demás aplicando en la prioridad el Estado de Derecho.

Conductor del programa “VaEnSerio MexiquenseTV canal 34.2