No suelo prestar atención a los escritos de Paul Krugman en el NYT porque suelen ser los desvaríos de un progresista radical y no los ponderados análisis del gran economista que ganó el Premio Nobel, pero el que publicó recién me parece digno de atención por los graves peligros que augura.
Su argumento es que las acciones que está tomando el presidente Trump en sus últimos días en el cargo, pueden dañar gravemente a la economía al privarla de los medios necesarios para enfrentar la crisis financiera que ocurriría en cualquier caso en un futuro indefinido, pero que con esto puede anticiparse.
¿Cómo me atrevo a pronosticar que habrá una crisis en el horizonte en EU si las bolsas de valores rompen récords todos los días? Precisamente por eso, porque no hay duda de que los mercados accionarios están sobrevaluados, además de los niveles insostenibles de deuda, sobre todo privada, pero también pública.
Se ha generalizado repetir que hoy en día endeudarse no representa ningún problema pues las tasas de interés se ubican en niveles históricamente bajos por lo que es el momento de contraer más deuda para estimular la economía que ha caído como plomada a resultas de la parálisis económica debida a la pandemia.
Pero como señala el reconocido economista John Cochrane en un ensayo reciente,[1] esa feliz situación no puede durar para siempre cuando se contemplan déficit fiscales de 16% del PIB y la relación de deuda pública neta a PIB se duplica cada 12 años, a partir de un nivel que en EU acaba de superar el 100% del PIB.
Una vez establecido que habrá crisis financiera, aunque no sepamos cuándo, volvamos a la acusación de Krugman: el Tesoro de EU anuncia que pretende cerrar varios programas de emergencia administrados por el Fed y diseñados para que no le falte liquidez al sistema financiero en caso de pánico.
Nunca se sabe cuándo se inicia un pánico en el ámbito financiero, pero es algo que el Fed ha estudiado con detenimiento y por eso objeta enérgicamente la invectiva del Tesoro, pues lo dejaría sin las herramientas necesarias para contrarrestarlo, cuando es posible que el solo anuncio de su cancelación lo inicie.
Hay que recordar el pánico generado por el infame “error de diciembre” de 1994 en México, por un gobierno inexperto e ignorante que intentó un ajuste cambiario de 17% y acabó en una devaluación de 300%, y el pavor que sólo se contuvo con el apoyo de la comunidad internacional con EU a la cabeza, que puso sobre la mesa todo el dinero necesario para derrotar a los especuladores.
Esto mismo empezó a ocurrir en EU en marzo y abril, cuando los inversionistas entraron en pánico por la pandemia, las bolsas empezaron su colapso y EU se tambaleó a la orilla del precipicio financiero, lo que se detuvo con las acciones del Fed y del Tesoro, que ahora pretende cancelar Trump justo cuando hay un brutal rebrote de la pandemia, lo que Krugman llama un acto de vandalismo.
Por cierto, cayó muy bien el anuncio que Biden nombrará a Janet Yellen como secretaria del Tesoro.
[1] https://review.chicagobooth.edu/economics/2020/article/debt-still-matters