Cuando las autoridades competentes empiezan a hablar de “indicios”, es porque sucederá. Así ocurrió cuando llegó la primera, segunda y tercera ola de Covid-19 a nuestro país, casi sin excepción en las entidades federativas.
Y aunque había “indicios”, cuando llegó la primera ola poco se hizo para amortiguarla. Incluso, el mismísimo Presidente de México minimizó el uso del cubre bocas. ¿Cuántas personas murieron por no protegerse o porque tuvieron contacto quienes no se protegían?
Es incierto. De hecho, la estadística de contagios y muertes por la pandemia es incierta. A veces da la impresión de que el semáforo epidemiológico funciona a base de criterios políticos.
Frente a cualquier acontecimiento relevante, el rojo desaparece por arte de magia pasando a naranja, amarillo o verde. Y, sin embargo, continúa habiendo contagios, sin que sepamos a ciencia cierta cómo va la pandemia; las cifras nunca son exactas frente a la realidad.
Este domingo, a Secretaría de Salud informó que México acumula 292 mil 471 defunciones por Covid-19, un incremento de 99 con respecto al día anterior; además, reportó mil 225 nuevos contagios, para un total de 3 millones 863 mil 362.
Y miren el tamaño del riesgo: La epidemia activa se conforma por aproximadamente 19 mil 654 personas que contrajeron el virus en los últimos 14 días y que aún pueden transmitirlo.
En Oaxaca, los Servicios de Salud fueron totalmente puntuales al advertir que “una posible cuarta ola del virus SARS-CoV-2, es latente, si las personas descuidan las normas sanitarias”.
Y aún así ni los gobiernos en sus distintos niveles, ni la ciudadanía lo entendemos. Apenas anuncian semáforo verde y la mayoría relaja las medidas, sobre todo si se trata de acciones políticas, días de asueto y compras.
En fin, estamos a tiempo para evitar el impacto de una cuarta ola. ¿O ya no?
INDICIO SOBRE LA REVOCACIÓN Y SUCESIÓN
El semáforo epidemiológico verde en gran parte del país ha coincidido con el retorno de las giras presidenciales. La suma de ambas situaciones pareciera ser indicio de la ansiedad de Andrés Manuel López Obrador por seguir haciendo presencia directa en las comunidades.
Así, para cuando llegue la jornada de revocación de mandato, a efecto de conseguir la mayor votación a favor de que continúe en el cargo de Presidente de la República hasta el fin del sexenio.
Un proceso de revocación de mandato también es buena estrategia para medir cómo andan sus bonos rumbo a la sucesión presidencial. Ya dijo que no intentará reelegirse, pero hay suficientes indicios de que por lo menos decidirá la candidatura de Morena.
INDICIO SOBRE LA PERSONA SUCESORA
Y desde aquél día en que el presidente López Obrador dijo que Claudia Sheinbaum “gobierna muy bien” la Ciudad de México, la ciudadanía y parte del morenismo tomó como indicio de que ella es su propuesta favorita para sucederlo en el cargo.
Pero si no es ella, puede ser el canciller Marcelo Ebrard Causabón, uno de los colaboradores ubicados como su brazo derecho no solo en la relación con Estados nacionales, sino también en la operación de las compras de vacunas anti Covid-19.
Los días pasan y no hay indicios de por lo menos un guiño al actual líder senado, Ricardo Monreal Ávila, por parte de AMLO para considerarlo con posibilidades para la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, en la cual es probable repita este partido.
La oposición sigue sin dar el estirón y sin candidaturas con espolones.
INDICIO DE RUPTURA EN MORENA
Hasta ahora el tabasqueño parece tener el control rumbo a la sucesión presidencial, empezando por su partido: El Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Pero siempre existe el riesgo de la ruptura interna, sobre todo cuando se es el partido mayoritario, circunstancia que lo coloca en la posibilidad de ganar la elección.
Y hay indicio de riesgo. Desde el destape de “corcholatas” por parte de AMLO, Ricardo Monreal dejó ver su firme propósito de buscar la candidatura presidencial sin que en ningún momento haya quitado el dedo del renglón. ¿Se disciplinará o se rebelará?
Quizá por lo mismo el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, hace unos días destapó al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, a quien consideró como una persona con las características para aspirar a la candidatura presidencial 2024.
¿Será el tercero en discordia para evitar la fractura en Morena? ¿Funcionaría?
Es incierto. Lo que sí, el líder de Morena tiene el deber de mantenerse neutral.
EL RIESGO DE MORENA EN LA SUCESIÓN OAXAQUEÑA
Como saben, Morena ha empezado su proceso de selección de las candidaturas a las gubernaturas de las entidades federativas donde en 2022 habrá renovación del titular del Ejecutivo estatal: Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca.
Y en Oaxaca, la entidad donde Morena tiene muchas posibilidades de ganar, este partido se puede desbarrancar precisamente por exceso de confianza y la cruenta lucha interna sobre todo entre tres de las cuatro personas propuestas por el Consejo Nacional: El senador Salomón Jara, la senadora Susana Harp y la diputada federal Irma Juan Carlos.
Traen un intenso golpeteo interno: Una guerra de dimes y diretes en redes sociales; unas veces de manera directa otras, a través de comunicados.
Y sin embargo, Salomón, Susana, Irma y Armando Contreras si bien son la cuarteta propuesta por el Consejo Nacional de Morena, siguen jugando las demás personas inscritas. Lo acaba de confirmar el delegado nacional morenista: Todavía cabe la posibilidad de incluir a dos personas más; aunque no precisó si ello implica excluir a dos de dicha cuarteta.
Entre las personas a incluir pueden estar dos inscritos como externos: Luis Antonio Ramírez Pineda, actual director general del ISSSTE, y el senador Raúl Bolaños Cacho Cué, del PVEM, aunque algunas corrientes morenistas locales se han pronunciado en contra de ir en alianza con el Verde, pero no en contra de Raúl.
Mientras llega el desenlace final, en Oaxaca es realmente evidente el encontronazo entre Salomón Jara y Susana Harp.
Y ese encontronazo genera indicio de ruptura.
La senadora, por cierto, acusó violencia política en razón de género. Incluso, colectivos feministas realizaron una protesta en respaldo de ella, en la cual participaron diputadas locales afines a Susana Harp, entre ellas Cony Rueda, su suplente en la Cámara Alta. La senadora hizo público su agradecimiento en redes sociales.
Y la diputada Irma Juan Carlos se sintió excluida, le reprochó: “@susanaharp lamento que no me hayas mencionado como una de las mujeres que asistió al evento de hoy en la mañana. Invisibilizar una mujer indígena es una practica habitual de las elites oaxaqueñas, pero no es el mejor camino para construir sororidad entre compañeras.”
En fin, en una de esas Irma Juan Carlos le gana la partida a Susana Harp, cuyas seguidoras cercanísimas con su presencia pueden empañar un noble gesto de los colectivos feministas.
Correo: [email protected]