- Como era previsible, la dinámica del proceso de sucesión presidencial arrancará el año de 2022 en medio de los conflictos en que terminó 2021. Si se espera que la candidatura de Morena se conozca hacia febrero o marzo de 2024, le esperan al país dos años y semanas de jaloneos en la cúpula de la élite dirigente actual para saber quién será el beneficiario del dedazo
- Como ha ocurrido en casi todas las sucesiones presidenciales del México posporfirista, siempre existirá un disidente que podría reventar el proceso o que cuando menos sí ha restado credibilidad. Este papel le toca ahora al senador Ricardo Monreal Ávila, quién fue ostentosamente excluido de la primera y válida lista presidencial de aspirantes y se ha dedicado a construir una precandidatura basado en presencia mediática. El problema para la coalición gobernante se localiza en el hecho de que Monreal es el todopoderoso jefe legislativo del Senado, una Cámara de compensación de decisiones.
- El otro problema que se ha adelantado en el proceso de la sucesión es el INE de Lorenzo Córdova Vianello por su confrontación directa con el presidente de la República en torno a la consulta revocatoria y sobre todo por la campaña de ese organismo-árbitro electoral en la realización de las elecciones presidenciales de 2024. Y aunque Córdova y Ciro Murayama terminan su gestión al comenzar el segundo trimestre de 2023, Palacio Nacional está aprovechando el espacio del debate para mantener la iniciativa en la designación de los nuevos consejeros.
- El año de 2022 comienza con una lista oficiosa de tres precandidatos definidos y un cuarto que se puede caracterizar, utilizando el lenguaje futbolístico, como “falso 9” o jugador que operaría en el medio campo y en la delantera, pero como maniobra de distracción. Los seguros hasta ahora son, en orden de preferencias presidenciales, Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón y Ricardo Monreal Ávila, con Adán Augusto López Hernández como el cuarto del póker.
- Las listas de precandidatos presidenciales oficiales y opositores no corresponden a expresiones de apoyo popular, sino que son producto de estrategias de poder administradas siempre por el presidente de la República en turno. En este sentido, la aparición de Luis Donaldo Colosio Riojas en las encuestas presidenciales no refleja expectativas populares, sino que debe leerse como conveniencia del juego perverso del poder. Colosio sería una maniobra de distracción a desgastar. Sin embargo, como siempre ocurre en el reino mágico de la vigente política priísta, hay personas que creen que es la política es de a deveras y no una ilusión óptica.
- La disputa doméstica por el poder en el PRI, el PAN y el PRD y la forma en que la Coparmex y el empresario ultraderechista Claudio X. González asumen la propiedad de la alianza opositora están adelantando el escenario presidencial precario de la oposición y pueden estar adelantando que en el 2024 habría cuando menos tres candidatos presidenciales opositores.