Diego Martín Velázquez Caballero
La Consulta para la Revocación del Mandato Presidencial constituyó una fuerte prueba para el lopezobradorismo y sus fieles creyentes. Es importante destacar que la contribución al electorado que aprueba la permanencia de López Obrador será fundamental en la calificación de las estructuras. Es decir, que quien aspire a suceder a López Obrador debió contribuir con una fuerza electoral significativa para hacerse presente en la estabilidad del gobierno y en la simpatía presidencial.
En este sentido, ni Ricardo Monreal, ni Claudia Sheinbaum, ni Marcelo Ebrard demostraron ser un referente en la participación popular. Por señalar algunas generalidades, Claudia Sheinbaum fue superada por varios gobernadores del sur -a excepción marcada de Puebla-, mientras Macelo Ebrard se hizo evanescente. Lo mismo ocurrió con Ricardo Monreal y el cacicazgo regional que manipula, que no resultó significativo en la correspondencia afectiva del lopezobradorismo. Frente a tales resultados, aparece la tarea de Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y actual Secretario de Gobernación, pues los gobernadores del Sur hicieron la contribución más importante para ratificar la aprobación del lopezobradorismo y la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación.
Este es el mensaje más importante de la consulta popular sobre la revocación de mandato: el sur, que aloja a buena parte del padrón electoral, puede resultar fundamental en la visión transexenal del lopezobradorismo. La desidia o la falta de liderazgo de Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal, es un recado para la coalición antagónica al movimiento de Regeneración Nacional; en conjunto, estos actores afirman: “podemos cambiar de lealtades cuando sea necesario, si no le gustan mis principios tengo otros”. La revocación fue la gran oportunidad perdida para estos personajes, quienes tuvieron la oportunidad de demostrar su fuerza y la sumatoria de simpatizantes para la competencia de 2024; frente a los resultados ninguno de ellos podría ser considerado.
Por su parte, el Secretario de Gobernación ha hecho un manejo magistral de la estructura política en el sur del país, y eso se traduce en que los gobernadores lo apoyan, por lo tanto, se ha ganado legítimamente -y contablemente- su derecho a figurar entre los presidenciables. El 2024 es una lucha de pasiones, de ideología, de geografía, pero también de cifras. Varios políticos de MORENA deben subirse en ese tren que va con rumbo al sur.
La revocación de mandato también nos deja entrever que ,no obstante los muchos Méxicos y que los tlaxcaltecas se repartieron por todo el país, el norte y el sur siguen persiguiendo proyectos antagónicos y la Ciudad de México se ha extraviado en su posición de ser la capital de todos los habitantes de la nación. El país ha tenido pocos presidentes del sur, quizá por ello a esta región se le ha comprendido tan poco; bajo esas condiciones, si el lopezobradorismo no puede trascender, probablemente el sur sí lo haga y el Secretario de Gobernación ha dado una muestra al mismo tiempo discreta, pero efectiva y constante de que el sur también cuenta, también existe y puede tener presencia en el proyecto nacional que se llama México.
La segunda mitad del sexenio de López Obrador deberá concentrarse en el apoyo, más que singular, a los estados del sur de la república, en palabras de José Vasconcelos, la verdadera civilización mexicana, Las refinerías y el tren maya son macro proyectos que no pueden fracasar, el éxito de la infraestructura en el sur es garantía de la transexenalidad de la Cuarta Transformación. Los aspirantes hasta hoy mejor posicionados de MORENA fueron incapaces de contribuir significativamente a la ratificación de López Obrador, dato que no puede pasar desapercibido. La Ciudad de México ya no es bastión de la izquierda progresista y del nacionalismo revolucionario; no es culpa de Sheinbaum sino del tiempo. Marcelo Ebrard se apega al Bartlismo y al colonialismo francés y nuestro país percibe claramente los parecidos del colonialismo francés con el colonialismo norteamericano.
La sucesión presidencial de López Obrador posee en el sur una sociología trascendental, el Secretario de Gobernación y su buen desempeño son muestra significativa del esfuerzo que las estructuras sureñas hacen en pro del lopezobradorismo. Cesar Augusto, Cuitláhuac García, Manuel Velasco o Alejandro Murat; son mejor garantía que los aspirantes del centro y del norte. Como en 1994, México ha volteado hacia el sur, quizás porque percibe que allí, en la cara de Latinoamérica, se encuentra la esencia de nuestra civilización.