La no militarización de la seguridad pública en México

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Dentro del Think Tank hemos analizado información que vibra en “radio pasillo”; en esa se hace referencia a la mal llamada “militarización” de la Seguridad Pública dentro del territorio nacional.

Ello llevó a desarrollar tesinas  a cada uno de la “números” del Tanque de Ideas; seguramente, tras nuestros primeros análisis habrá otras tesis de esto mismo.

De bote pronto yo podré decir -entiendo que, en el México de las 60as, 70as y 90as la técnica militar más cercana a una sistematización de seguridad pública era el de las Partidas Militares; piquetes de soldados profesionales acantonados en viviendas vueltas recintos para la tropa; una partida podría ser de 12, 33 y hasta 100 soldados, ello según la importancia estratégica del pueblo (la mayoría de estos servicios de tropa estaban en pueblos grandes y chicos)-.

Se entiende que la estrategia cambió cuando, por los años 90as se activan las Bases de Operaciones Mixtas (BOM), en esas están diferentes agrupaciones relacionadas a la justicia y seguridad; SEDENA, Fiscalías, Policía Preventiva. Sin embargo, estoy cierto que el sistema de “Partidas Militares” había tenido más éxito que las BOM, no obstante que dinámicas de las Bases de Operaciones fueran más activas.

Ahora, en aquellos años (60as, 70as, 80as) en los Estados y Municipios muchos de los mandos eran militares en situación de retiro, lo que servía de “facilitador” a los mandos regionales castrenses para cuando las lecturas de riesgos daban peligro.

Entendemos, salvo la opinión elevada de quienes están en las cabeceras, que fue hasta 1995 donde los Sistemas de Seguridad Pública encontraron mayores niveles de profesionalismo. Hablar de lo alcanzado por el Gobierno en tópicos de Políticas Públicas extendería renglones y párrafos de este patrullamiento. Ahora haré un apunte transversal que dará un poco mas de luz para tratar de entender por qué la mal llamada militarización de los cuerpos policiales y de justicia tienen éxito. Hablemos del recurso humano.

Existe un ejercicio doctrinal que bien puede funcionar como “ejemplo” de la gran capacidad de los funcionarios públicos egresados de planteles militares, este dice así -tu dale la misión al subordinado; no le digas como hacer las cosas. Dale la misión y deje que te sorprenda- y cierra con esto- la iniciativa no se castiga, se corrige-.

Como dice el título, y subrayo en párrafo cercano a este, existe una cantidad de datos dejando saber que, aunque los mandos policiales sean militares, estén ellos en situación de retiro o comisionados, en todos los casos además de que estarán cumpliendo los mandatos constitucionales y los Bandos de Policía y Buen Gobierno, siempre estarán subordinados al ente político que lo invitó a prestar sus servicios profesionales.

Y un dato transversal más. En el banco de datos de esta columna está registrado el nombre del General de División DEM Ramón Mota Sánchez, ese mismo hilo dice que el prestigiado militar ocupó en el Departamento del Distrito Federal el mando de la policía capitalina, ello ya que antes que él un sujeto apodado “General Durazo” había destrozado esa enorme corporación policial. Otro nombre de peso; Enrique Salgado Cordero, también General de División, y también tomó el mando de la Policía de la Ciudad Capital de México.

Se sabe que a inicio del milenio en varios Estados de la República Generales de División aceptaron las invitaciones de gobernadores para hacerse cargo de las Secretarias de Seguridad de sus Estados. José Domingo Ramírez Garrido Abreu en Nuevo León. Mario Ayón Rodríguez General de División estuvo al frente de la Seguridad Pública del Estado de Puebla y, el más significativo. Juan Heriberto Salinas Altés; el General de División Salinas además de asumir el mando de la Secretaria de Seguridad Pública, del rasposo Estado de Guerrero, se hizo de tiempo para arrastrar el lápiz y escribir sin prisa, pero sin pausa una serie de lineamientos que, en el corto plazo mejoraron la eficacia del Cuerpo Estatal de Seguridad (tanto Estatal como en los Municipios.

Cerremos; en todos los casos, es decir; desde Ramón Mota Sánchez hasta Juan H Salinas Altés; ellos han sido respetuosos de lo que mandata la Constitución (la General y la de cada entidad) no han colocado sobre ninguna página constitucional fueros, leyes y bandos militares; dicho llanamente, cuando un militar asume mandos civiles de Seguridad Pública lo único militar que lleva consigo es su formación axiológica y deontológica nunca hace referencia a las leyes y reglamentos militares cuando está en el ejercicio de su función civil.

Más, como ya se está haciendo costumbre, luego de este trazado esperaremos las notas de quienes rodean la mesa; seguramente que Mixtli, Limón, Hierofante y, por supuesto, Paul von Hindenburg en el siguiente patrullamiento enriquecerán el tema. Por hoy es cuanto.

Ultimo patrullaje. – la independencia de las Fiscalías (General y de las Entidades) en México está obligando a los activos profesionales que funcionan dentro de esas a desarrollar sus quehaceres dentro y sobre marcos éticos y morales, el que los Fiscales solo le respondan a la Constitución y no den cuenta a entes políticos locales arroja prospectivas la mar de interesantes, ya hablaremos más de esto.

Balazo al aire. – de los mandatos civiles con la custodia de el aparato militar.

Greguería. – sin una gota de perfume, sin un gramos de maquillaje; la cara lavada y la voz templada ¡eso es confiar en la belleza que se tiene!

Oxímoron. – leyes para no humanos.

Haiku. – acá estoy Patricia.

Soy aire de tu voz;

piel de tus sueños