¡Ay! ¡ay! ¡ay! las alharacas priistas por Cuba… 

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Tan falsas, tan de parecen la mera verdad. Y no. Hay que ser muy desmemoriados o de plano actuar con cierta y desbordada desvergüenza, para criticar desde el PRI la relación diplomática con Cuba. Desde el PRI o por sus simpatizantes, abiertos o encubiertos. Da igual. Esa relación que ni empezó con Castro ni la debemos al PRI, pero el PRI sí que sacó raja de ella. Lo que pasa es que estamos en presencia de lo de siempre: si lo hace el PRI, se vale para los priistas. Si lo hacen los demás, lo reprueban. Medir con doble rasero es tramposo –los priistas, lo son– y desde luego, discriminador y lo hace el PRI.

Tanta alharaca priista sobre la visita de López a Cuba, tildado de todo por el priismo más rancio, como si las giras priistas hubieran sido siempre de gran aporte, y no, o como si las frivolidades internacionales del sexenio pasado como acabar Peña en la casa de Carlos de Inglaterra, hubieran aportado algo por nimio que fuera, a México, y no. Y entonces se callaron los priistas. Como si haberse subido Peña a la carroza real con Isabel II, hubiera dado a México mayores beneficios en el marco de regalar contratos en la vendepatrias reforma energética peñista. Por favor, por favor, por favor.

López Obrador no tiene foto con el dictador cubano Fidel Castro, siendo ambos presidentes; Fox y Calderón sí, por si tenerla o acercarse a Cuba les fastidia tanto a los panistas que hoy van de bobalicones. Todos los presidentes priistas que fueron sus contemporáneos, sí la tienen. Al priista Peña Nieto –que para muchos ya debería de estar en la cárcel junto a su exsecre de Exteriores, Videgaray– tarde se le hacía para alcanzar con vida al moribundo isleño y la consiguió. Peor para el PRI. Y a todos los priistas se les vio entonces tan a gusto con el cubano, que sus actuales lágrimas de cocodrilo hoy son ofensivas a la inteligencia de los mexicanos. ¿Qué lo reclamado es que López antepone intereses cubanos a los mexicanos? Pues no hay tal, pero de haberlo justo sería como lo hizo tantas veces el PRI. ¿De qué alardean, entonces, priistas? No son los más indicados para dar lecciones. Su política exterior siempre fue más de vergüenza que otra cosa.

¿Qué no le agrada a los priistas? ¿quieren a un Luis Videgaray otra vez en Exteriores –el que llego a aprender” al puesto, como dijo– atacando a Cuba en foros internacionales y revolcado en su incapacidad e ignorancia por la canciller venezolana contra la que nunca pudo cada vez que insultaba a Venezuela? ¿quieren embajadoras grises en Cuba como Paredes? ¿es qué prefieren eso? o ¿les acomoda mejor a los panistas el comes y te vas” lacayuno proyanqui de empinadas formas hacia Washington, tan panista, que fue ese sí, una vergüenza de la diplomacia mexicana? una tan grande como nombrar al gris Díaz Zermeño como embajador en la Gran Antilla, de nulo aporte como igual lo fue su paso por España. Ha de ser que eso prefieren. Respuesta: no, gracias. O sea que nadie presuma, que priistas y panistas han hecho verdaderos papelones en su debido turno.

¿Qué les ofende a los priistas? ¿El terrenazo dado por ellos a la embajada cubana en Masaryk? ¿habérsele prestado dinero a Cuba por los priistas y luego el priista Peña perdonárselo sin dar ninguna explicación?  ¿entonces? ¿qué critican? La de López fue gira de estado. Punto. Como las que hicieron los presidentes priistas. El cubano es un régimen basado en una revolución que hizo. No como el discurso embustero priista que decía lo propio de la Mexicana, sin serlo, usurpándola, secuestrándola igual que la bandera en su escudo. Y exaltar a Martí en una orden conferida en grado de medalla tiene mucho más mérito que dar la Belisario Domínguez al priista Fidel Velázquez con muy dudosos méritos, por citar solo un caso. ¿Entonces? ¿qué les fastidia tanto? Que no son ellos. Punto. Sus alharacas no dejan boquiabierto a nadie.

No se vaya a equivocar el apreciado lector. El PRI no supo hacer política exterior con Peña Nieto, fue dando tumbos, confrontándose con Cuba, con Venezuela, con China, llamando aliados a los que no lo son ni serán, con 4 embajadores a Estados Unidos por no saber qué hacer con los vecinos –antes aceptando Rosario Green las balas de goma” a los mexicanos–  demostrando, derrochando incapacidad brutal en Exteriores con Ruiz-Massieu, Videgaray, ¡por Dios! y nombramientos tan insulsos como Fidel Herrera; ¿ya se les olvidó priistas, haberse inmiscuido ellos sí en las elecciones yanquis invitando a Trump a Los Pinos? Qué estupidez mayúscula si fue esa. Y todo para ceder en todo en el T-Mec.

Nada de qué presumir los priistas que calladitos se ven más guapos antes que opinar de lo que han sido en política exterior, vergüenzas acumuladas al por mayor. El PRI fue muy lejano a defender los intereses de México en ningún frente. Una recordadita nunca sobra ni está de más, para los convenencieramente olvidadizos que siempre invitan así, a ser desenmascarados. Han de estar muy agradecidos con el priismo para elogiarlo tanto.

Sus alharacas hipócritas son de vergüenza. Cuando esta semana hemos sabido los nuevos audios de Alito, expuesto en su corrupción de los pies a la cabeza y suman a los anteriores,  francamente resta decirle al PRI: por favor, por favor, por favor. Tantito de por favor”. Dan muchos brincos estando el suelo tan parejo. Si ya los conocemos.

Ahora que si tanta alharaca es solo electorera, pues tampoco funciona por dos razones muy sencillas: a) El PRI debería de saber que la política exterior rara vez impacta en lo interior, y b)sus gritos no ayudarán a lavar caras como la de Fayad o el pésimo gobierno priista oaxaqueño y otros malos desempeños priistas en juego en junio próximo.

@marcosmarindice