Según un mensaje en redes sociales de Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) este miércoles los miembros del Comité Ejecutivo Partido Nacional del Revolucionario Institucional (PRI) realizaron una “sesión de trabajo” para “analizar los resultados de las elecciones (locales del domingo pasado) y dar inicio a las acciones rumbo al 2023.
Pero ¿qué van a analizar quienes son los responsables de las derrotas de este partido desde que “Alito” encabeza la dirigencia (2019) junto con Carolina Viggiano Austria en la secretaría general? Entonces, el PRI gobernaba 11 entidades federativas: Colima, Campeche, Coahuila, Estado de México, Hidalgo, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas.
A partir de la nueva aplastante derrota del domingo pasado en Hidalgo y Oaxaca, ya solo le quedarán Coahuila y Estado de México, más Durango que acaba de ganar en coalición con el PAN y el PRD, y donde eso sí el PRI le aportó el mayor número de votos al candidato a la gubernatura Esteban Villegas: 215,251 (el blanquiazul aportó alrededor de 100,158 y el PRD apenas 16,902).
Claro, las derrotas en las gubernaturas no solamente son responsabilidad de la dirigencia nacional, sino también de los jefes políticos de las entidades federativas en su ejercicio fáctico como tales y en su desempeño como gobernadores.
Sin embargo, la batuta la lleva la dirigencia nacional, pues es, además, la que controla toda la estructura, empezando por los órganos deliberativos y de máxima decisión priista. Entonces, si la cabeza está fallando, falla todo lo demás; en consecuencia, se hace necesario cambiarla con todo sectores y organizaciones.
No obstante, no se auto-descabezarán. Ningún miembro de la dirigencia nacional renunciará por iniciativa propia; acaso solamente harán “cambios” en posiciones menores.
Por lo tanto, al PRI le urge una rebelión de la militancia. ¿Los priistas se atreverán? ¿O continuarán como convidados de piedra viendo cómo en 2023 el PRI es derrotado en las elecciones de gubernatura de Coahuila y el Estado de México? Incluso, con el riesgo de perder hasta el registro como partido nacional en 2024.
Antes, puede producirse el éxodo de la militancia hacia otros partidos políticos. Que de hecho ya se registra en algunas entidades federativas, de a “poquito”.
No basta la renuncia de la dirigencia nacional, ni la expulsión de gobernadores por aceptar cargos en el gobierno federal morenista; el PRI necesita replantearse integralmente.
MURAT Y FAYAD
Dice el refrán: “Cuando el río suena, agua lleva”. Y en Oaxaca corre el run-run de la probabilidad de un interinato en la gubernatura porque el mandatario Alejandro Murat Hinojosa puede que acepte la invitación que le haga el presidente Andrés Manuel López Obrador: Encabezar secretaría de estado o embajada.
Incluso, trascendió que al día siguiente de la jornada electoral en la capital oaxaqueña se acuarteló la crema y nata de la dinastía Murat para analizar, no el aplastante resultado electoral del PRI, sino el futuro político del gobernador Alejandro, cuyo sexenio termina el último día de noviembre del año en curso.
Según cuentan, en la mesa se puso la posibilidad de apresurar su salida para (generada la ausencia absoluta) nombrar gobernador interino que sería quien valientemente encabezó la candidatura común del PRI-PRD, Alejandro Avilés Álvarez.
Quien sabe cual fue la conclusión del acuartelamiento. Pero este martes, Alejandro Murat realizó una gira de trabajo por poblaciones afectadas por el huracán “Aghata” y vía Twitter dijo: “El trabajo sigue, el apoyo continúa; el día de hoy, estuvimos con nuestras paisanas y nuestros paisanos de Ozolotepec, ellas y ellos cuentan con todo el apoyo del @GobOax, luego de que el huracán #Agatha causara desastres en las comunidades.”
Esa frase de “El trabajo sigue” suena a mensaje entre líneas de la decisión de continuar en la gubernatura hasta el último día de su mandato, y que pasada la veda, pues a trabajar. Sin embargo, también puede tratarse de la acción de gobierno mientras espera la invitación concreta del presidente AMLO, jefe político de Morena; partido ganador de la gubernatura.
¿O López Obrador ya le formuló la invitación y Alejandro Murat lo está pensando?
Es incierto.
Lo que sí, tras conocerse la tendencia de las votaciones del domingo pasado contundentemente a favor de Morena en Oaxaca y en Hidalgo, en redes sociales empezó a circular que los todavía gobernadores priistas Alejandro Murat y Omar Fayad irían a las embajadas de Canadá y Río de Janeiro, respectivamente.
Y luego, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador tampoco descartó la posibilidad de invitar a los gobernadores priistas a participar en su administración, ya sea en el servicio exterior o en otra área.
Algo hay, donde “Alito” ha advertido hasta con expulsarlos del PRI si aceptan cualquier invitación de AMLO para participar en su gobierno, salvo que hasya sido un ‘decir’ en una entrevista periodística.
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