Alito traicionó la alianza podrida para salvar el pellejo

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Podrida por sí misma. El priista Alito quedó como vil traidor y preside el PRI, arrastrándolo al completo a esa categoría. Nada de que hay unos priistas honorables y quién sabe cuántas zarandajas más, exculpatorias, similares en la búsqueda de salvarle el nombre al partido ante tanta bribonada que comete, en tanto priistas encubiertos intentan, fracasando, apuntar a otro lado culpando a López o a Morena de la ruptura, encubriendo traiciones priistas y la frankeinsteniana Va por México. Y se ha llevado la ridícula repulsa del Señor X que la regentea. Mientras tal alianza exista, los 3 partidos son sus lacayos, hagan lo que hagan entre sí. Y ya en Durango –el estado dejado sin un peso por el exgobernador panista, espetó el nuevo, priista, en su jeta a Marko Cortés y porque el PAN sí es corrupto– ahora y tarde, el mentecato de Cortés ha dicho que se acabó la confianza. Traicionado se lo merece por confiar en el priista y de sentirse defraudado, se la ganó. Que el panismo trague. Y Alito a la Internacional Socialista le cuente cuentos. Aquí, no.

Es vergonzoso que alguien aplauda esa alianza antidemocrática. Además, es putrefacta y frankeinsateniana, enloda al PAN y no salva al PRI, que, sin remedio alguno, se hunde y se hunde con Alito al frente, cual vil traidorcete como se vio. ¿Qué lo presionó Amlo? Por favor. Si no fuera tan bribón, nadie lo arrinconaría sin su pasado tan impresentable como su estampa. Si no careciera de liderazgo, a Alito no lo acorralas Eso es lo importante. La revista Proceso en la línea exculpatoria a Alito y desenfocando el punto clave, sostenía recién que lo presionó Amlo. Es impreciso afirmarlo. Se busca exonerar a Alito. No repartan culpas. Y falta ver si Alito salve el pellejo. Sería una vergüenza para la democracia y un inmerecido premio. Mas al tiempo, mientras prosiguen los proyectos presidenciales usándolo de escalón y siéndolo, será algo benéfico. La derrota sin elecciones de la alianza, ya fue. Lo saben ya, es lo importante y sus integrantes son los únicos responsables. Punto.

Cortés es burdo, inepto, míope y simplista, sin capacidad de proponer alternativa alguna o de responder a las marrullerías priistas y ambos dirigentes hunden a sus partidos. Son muy zafios los analistas diciendo argüir que tales están donde Morena quiere. Para empezar, habría que demostrar qué quiere Morena, López o la abuela de López. Dos, que Alito sea un ángel. Tres, ergo, dejarse de inventos de que Morena quiere o López hizo. Asuman. No desviar la atención, ya que Alito quiere zafarse de la Justicia y porque esa alianza frankeinsteniana no sería mejor que Morena para los ciudadanos si no ha propuesto nada que merezca la pena como para darle el voto en 2023. Merece echarse del gobierno mexiquense  al PRI en 2023 y no permitir su regreso presidencial en 2024.

Alito, en efecto, pareciera que, acorralado, prefirió apoyar la propuesta presidencial. Maromas. Y el PAN que ni se rasgue las vestiduras. El país está ensangrentado por la guerra de Calderón y el PAN es incapaz de proponer algo diferente al abandono priista por la incapacidad peñista heredada. Oponerse por oponerse es reprobable en el PAN, haciéndolo en vez de construir iniciativas viables verdaderamente al servicio de la gente. Su incapacidad orilla a exigirle que mejor guarde silencio por sus resultados y que no obstruya. A Cortés en su cara le espetan la traición priista, la graciosa huida y lo contradicen, engarrotado; y timorato solo alcanza a balbucear que suspende la alianza, tarde y mal. Quienes solo buscan ver la injerencia de López Obrador omiten, callan, la incapacidad aliancista para construir agenda lógica, no ver por los intereses ciudadanos y crear un candidato común, imposibilitada porque el putrefacto PRI no es aliado ciudadano. Prefieren decir que López Obrador la rompió. ¡Ja! Obviando ser frankeinsteniana, en sus rasgados de vestiduras no figura plantear si de verdad convenía al ciudadano, olvidándolo cuando que no importa el futuro de los políticos. No entienden que el ciudadano no votará contra Morena lo que sea que le pongan. Si insisten en que el PRI despunte, lo rechazará en las urnas masivamente, como lo ha hecho en el presente sexenio. Quien no acabe de entender esto, va muy perdido en sus sesudos análisis.

El balbuceo opositor a Morena –sobre todo el priista, que es el más agresivo y majadero,  cuando no opta por mejor callarse todo sobre Alito, creyendo errático que así se nos olvidará ese impresentable priista– clama por exculparlo al condenar que “lo doblaron”. Es desenfocar lo importante y decir medias verdades. El traidor proceder de Alito obedece a sí, y si secunda una propuesta constitucional presidencial para que la Guardia Nacional  pase a la Sedena, lo importante es la propuesta, no la suerte de Alito. Ocurre sin importar lo que digan sus exsocios. ¿Quién les dijo que el priista honraría su palabra? los engañó como a un chino desde el PRI y eso es lo deplorable. Porque el engaño está en el seno del PRI, de la alianza, no fuera de ella. Desviar el punto es desvergonzado. Y recuérdese: la alianza no ganará 2023 y 2024 a base de insultos de Kenia y Lilly Téllez, entiéndase.

La putrefacta alianza Va por México es nefasta. Por su gestor, el Señor X, por claudicar los integrantes a su capricho y sin pies ni cabeza, es incapaz de proponer nada benéfico a México. PAN y PRI no persiguen los mismos intereses ni cuentan con la misma trayectoria. Necear con juntarlos solo perjudica al PAN sin poder ser de otra manera teniendo a Cortés al frente. Es un desastre para el panismo. Allá los panistas que tienen que callarse, tragando semejante dirigencia. Pero no todo es malo. Y el PAN hace bien es deslindarse del infecto PRI y a nadie beneficia darle respiración de boca a boca y que no tiene remedio. Y quien sostenga que es fantástico que lo demuestre. La tiene imposible.

Y si parece inaceptable a algunos que Alito apoye, al final el PAN y el PRD, pero sobre todo el PAN, merece los desplantes, rabietas, pataletas amagos y traiciones del PRI por alcahuetearlo y rendírsele aliándose con semejante bodrio. El PRI solo demostró su naturaleza reventando la alianza putrefacta de origen delineada por el Señor X. Y que Cortés con su tibieza y carencia de liderazgo la dejó avanzar más de lo necesario. El PRI soberbio se piensa que ganará en 2023. Y el 24. Merece la movilización social que suele detenerlo cuando sucede y lo ha frenado y echado todo el sexenio. Esa que impida al PRI perpetuarse en dos estados que ha saqueado hasta la saciedad: Edomex y Coahuila. Ya fue derrotado en Hidalgo, sí se pudo y lo confirmó el Tribunal. Ese es el camino.

Alito no honra su palabra ni la del nombre de su partido. ¿Para qué? Mejor lo hunde. El PAN podría andar sin el PRI, pero no se la cree ni ofrece opciones. No con la actual dirigencia. La alianza la ha roto el PRI desde que apuesta a ir solo en su feudo mexiquense y que merece perder. No merece negociarse como se rumora. Bastaría echar al PRI de una vez por todas a punta de votos de CDMX y Edomex.  Alito usó de rehén al PAN con su “si nos tocan a uno, nos tocan a todos”. Mentira. Él es quien trae broncas legales. Es chantaje barato e irresponsable de tono caduco priista y, por lo tanto, deplorable. Sencillamente, nadie tiene que ser rehén del priismo séptico en democracia libertad. Condénese tal.

La alianza está cuasimuerta porque aún hay tanto (des) gobierno aliado resultante de las uniones recientes. A menos que las terminen. Sería benéfico para México. Sería más útil que ella misma.  Mejor que el PRI suelte ya la bandera nacional de su logo, usurpándola como la detenta, cesando sus tonterías y obteniendo respiración artificial de los otros.

Nota al margen: extraordinarios los invitados especiales a las Fiestas Patrias. Para criticar la diplomacia de López, enúnciese primero los conflictos por corrupción peñista con China o Peña Nieto durmiéndose vergonzante en el funeral de Hugo Chávez al que honró y el PRI adoptó el tono de rojo dictatorial usado por el venezolano. Y antes que criticar a Evo Morales, hacerlo por los 200 gorrones que Peña llevó a Londres. Y por Fidel Herrera y Beatriz Paredes en su inutilidad para México como cónsul y embajadora o Roberta Lajous actuando de recadera en España con Moreira y no como embajadora y tantos “embajadores priistas” anodinos como buenos priistas que son. Que el priismo ramplón prefiera callarlo cegado de odio e incapacidad analítica y haga como que los ignora, es otra cosa. Tanta modesta callando, apesta y da penita ajena. El PRI demostró no saber política exterior el sexenio pasado y ya antes. Está descalificado para opinar del presente.