La abuela Toya solía decir que el rencor y el resentimiento son los peores consejeros, y remachaba pues que sobre advertencia no hay engaño.
Y no hay que ir lejos para constatarlo. El choque entre poderes, que inició el Ejecutivo contra el Judicial, ha seguido escalando en los últimos días; unos dicen que todo tiene que ver porque el Ejecutivo exige lealtad a ciegas, y otros, que los ministros se esmeran en cumplir con el principio constitucional de la división de poderes.
Y vaya que la decisión de la Corte de frenar el Plan b electoral puso de muy mal humor al Ejecutivo, tanto que no esperó a la mañanera del lunes para acusar a los ministros de mafiosos, conservadores y oligarcas, todo por hacer su trabajo.
A este coctel explosivo hay que agregarle la nota extraoficial que se filtró el fin de semana para anunciar, como no queriendo, una singular iniciativa de reforma a la Constitución para que ministros, magistrados y jueces del poder judicial federal, sean elegidos por voto directo y en las urnas (El país digital 23-03-23, nota de Beatriz Guillén).
Desde un punto de vista de la técnica parlamentaria, la filtración se hizo con el único propósito de medirle el agua a los camotes.
Hoy por hoy el Consejo de la Judicatura Federal es el organismo encargado de nombrar a magistrados y jueces, en tanto que es atribución del Presidente de la República proponer sendas ternas al Senado y vía el voto de los legisladores elegir a los ministros de la Suprema Corte.
Cambiar el mecanismo de integración del poder judicial obligaría a elegir a cada uno de los 880 magistrados y 676 jueces que hay en el país, según datos del @Inegi_Informa correspondientes al año 2021. Además, ese mismo supuesto, incluiría la elección de los 11 ministros de la Suprema Corte.
Y no, no hay nada que justifique razonablemente una medida de esa magnitud, salvo la venganza. Hasta parece telenovela.
Pese al ´fuego amigo´ de sus vecinos, el Poder Judicial goza de un mejor nivel de confianza entre la población que el Presidente de la República, 61 y 54 por ciento, respectivamente (Encuesta El Financiero 21-03-23).
Mientras se confirma si se presenta o no esta singular iniciativa, el principal riesgo que se percibe en la propuesta atribuida al poblano Alejandro Armenta Mier, es que metería al poder judicial en una encarnizada lucha por el poder a secas, mientras que los valores de la justicia quedarían en segundo plano.
Por cierto, Armenta Mier, presidente de la mesa directiva del Senado de la República, anda muy ocupado en darse a notar y quedar bien para conseguir la bendición de Palacio para la gubernatura poblana.
Mientras deciden si va o no:
*La elección directa de jueces, magistrados y ministros sería un banquete para los partidos y grupos políticos.
*Obligaría a los candidatos del poder judicial a hacer campaña como cualquier político con más contras que pros.
*Abriría las puertas al financiamiento del crimen organizado y hasta desorganizado, como se presume ocurre en otras latitudes.
*El crimen organizado se lame los bigotes por tener sus ministros, magistrados y jueces. ¿Qué no?
*Estos procesos extraordinarios se convertirían en una carga adicional para el INE.
*El Congreso estaría obligado a autorizar recursos adicionales, lo cual es contraproducente pues año con año se los recortan.
*Es ese escenario es posible que ganen no los más preparados sino los que tengan más dinero para comprar votos y posiciones.
*¿El requisito sería 90 por ciento lealtad y 10 por ciento preparación?
Lo único cierto hasta ahora es que en el radio-pasillo del Senado escuchamos decir: ´Van con todo contra la ministra Piña´. Pues cuánto rencor.
Nadie olvida aquella iniciativa que quedó flotando en la nada y que proponía la elección directa al rector de la UNAM. Apenas el 9 de marzo de este año el diputado Armando Contreras hizo circular en redes sociales partes de la iniciativa que nunca aterrizó, pero que era casi igual a la que publicitó en 2020 el entonces diputado Miguel Ángel Jauregui. Las propuestas no resistieron la crítica y las retiraron.
Lo que no debe pasarse por alto es que una iniciativa para elegir por mayoría relativa a jueces, magistrados y ministros requiere sí qué sí reformar la Constitución, y qué creen, que Morena y sus aliados no tienen mayoría calificada como para aprobarla. No la tienen fácil.
La abuela Toya decía que lo que viene mal no puede salir bien.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Vaya tuitazos.
- a) `Bombardear las nubes. Dar honores de Estado a un avión de carga. Componerle su himno a un aeropuerto… Cómo habría gozado don Jorge Ibargüengoitia´. @hdemauleon
- b) “No es espionaje, es inteligencia”. Lo mismo dice la CIA. @DoliaEstevez
2.- Ya dijistes…
En una de tantas mañaneras, la cual no quiero ni acordarme… se escuchó decir: “El derecho al respeto ajeno es la paz (sic)”.
La pregunta es, ¿se le chisporroteó o así lo van a poner en los nuevos libros de texto?
3.- Que conste.
En el Día Internacional del Agua, especialistas y académicos de la UNAM como Luisa Falcón, advirtieron que el equilibrio entre agua dulce y agua salada en la Península de Yucatán se encuentra seriamente amenazado por el proyecto del Tren Maya, lo que podría ocasionar un serio desabasto.