Edomex: el juego del poder por el trono

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El Estado de México tiene el padrón con más población del país: rebasa a la CDMX a Jalisco, a Nuevo León y demás.  Ayer fue la contienda para elegir una nueva gobernatura. Este estado no es ejemplo de gobernadores lúcidos: los “atlacomulcos” Peña podrían encabezar la lista de estos, a la que habría que sumar, desde luego, a Eruviel, a Chuayfett, al mismo Hank que era empresario, pero no político y, si nos vamos más atrás a Alfredo del Mazo Vélez, Alfredo del Mazo González y al actual Alfredo del Mazo Maza. Una colección de familiares en el estado más rico del país.

Anoche contendieron a la gubernatura dos mujeres: una sabia, inteligente, con bella expresión corporal y la otra una maestra rural que presume de ser hija de albañil, de haber vivido siempre en la misma casa con el mismo perro y gato, con mala dicción y nulo discurso propio.  El poder federal se impuso y logró ganar la contienda por un esmirriado dígito. 

Gobernadora no vamos a tener. Quizá una encargada de despacho, mal rodeada por Higinio Martínez que pretenderá conducir la entidad con sus naturales limitaciones, y  un aduanero con permiso, que se llama Horacio Duarte, con mucha historia dudosa para ser revisada.

Los resultados electorales son catastróficos, si MORENA no hubiera ido en coalición, habría perdido la contienda: el poder del presidente no era suficiente por sí mismo para allegarle el triunfo.

La contrincante Alejandra del Moral quiso defender su palabra empeñada, reconociendo el éxito de su contrincante, aunque fuera por un dígito. Cumplió, es una mujer digna, con honor, y no una política chicharronera incapaz de dar la cara, como Delfina Gómez la triunfadora. 

En Coahuila, el émulo del Piporro fue totalmente derrotado. Su resultado es casi de un tercio de la coalición PRI-PAN-PRD. Su candidatura fue una decisión personal del Presidente, muy a pesar de las intenciones de Ricardo Mejía, el hombre que lo acompañó con lealtad durante tantas mañaneras. El conteo de Mejía, sumado al de Guadiana, no hubieran dado el 50 por ciento de la votación.  Es una derrota escandalosa de MORENA la de Coahuila, quien en ese camino dejó ir y enfrentó a dos de sus hombres de más confianza. 

En el Estado de México MORENA ganó de panzazo, por lo que el presidente de la República habrá de revisar si mantiene a Mario Delgado como operador político luego de tantos “asegunes” y mediocridades. La derrota en Coahuila y el triunfo tibio del Estado de México, volverán ingobernable el futuro de MORENA, apenas empiecen a definirse las miles de candidaturas que deberán ir a la contienda el año venidero. 

Todo este desorden se sumará al también cuestionado gobierno de Claudia Sheinbaum.  Las dificultades son mayores en las dos entidades más importantes de la nación: la Ciudad de México y la entidad mexiquense pueden definir el futuro de México para el sexenio venidero.  Los actores políticos de todo el espectro ideológico hoy debieran estar sumamente preocupados.