Ernestina, la lavandera de la L-12

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En un discurso que los antiguos calificarían como engañabobos, la fiscal Ernestina Godoy presumió que en la tragedia de la Línea 12 del Metro —que dejó 26 muertos y casi cien heridos—, se llegó a una “solución inédita” en la aplicación de la justicia.

La titular de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX encabezó ayer una conferencia de prensa en la que presumió que se había llegado a un convenio resarcitorio con la mayoría de las víctimas de la tragedia, e invitó al 20 por ciento restante a acogerse a este acuerdo.

Luego del accidente que enlutó a decenas de personas, y que afectó a cientos de miles más que usaban ese servicio, el gobierno capitalino logró que las empresas constructoras repararan el tramo derrumbado y reforzaran toda la línea.

Además, que indemnizaran a las víctimas fatales y a sus familias. Todo, sin que le costara un sólo centavo a la ciudad.

Y eso estaría bien, si no fuera porque las empresas constructoras siempre sostuvieron que habían desarrollado la obra con apego a los lineamientos marcados por el gobierno, y se deslindaron de cualquier responsabilidad en el accidente.

Se habló entonces que la tragedia pudo haber ocurrido por la evidente falta de mantenimiento, y que no se sabía si éste se dejó de hacer desde la administración de Miguel Ángel Mancera, o en el tiempo que lleva Claudia Sheinbaum al frente.

Incluso, la jefa de Gobierno contrató a una empresa noruega para realizar un peritaje internacional, a fin de conocer las causas reales de la tragedia. En primera instancia los peritos de esa empresa concluyeron que la obra estuvo mal diseñada y pésimamente ejecutada.

Pero también dijeron que habían encontrado evidencias claras de falta de mantenimiento, y que los resultados de esa parte del peritaje se darían al final, para que las autoridades tuvieran el resultado completo de las investigaciones.

A la par, la fiscalía de Godoy realizaría sus propios peritajes, para enderezar demandas penales en contra de los responsables, que podrían estar entre ManceraClaudia y el canciller Marcelo Ebrard, cuyo gobierno fue el constructor de la obra.

Por eso llama la atención que los constructores, que siguen negando cualquier responsabilidad en la tragedia, hayan aceptado no sólo hacer gratis la millonaria reparación de la Línea 12, sino indemnizar con varios millones de pesos más a las víctimas.

¿Si no tienen culpa, por qué entonces aceptar pagar una millonada?

Y también por qué también los noruegos de DNV han pospuesto innumerables ocasiones la entrega final del peritaje sobre la falta de mantenimiento a la Línea 12. Por eso Ernestina está necia con que las víctimas firmen ya un acuerdo resarcitorio.

Porque si la empresa repara la obra y las víctimas obtienen indemnizaciones, las denuncias penales quedan anuladas y entonces no hay responsables que tengan que estar en la cárcel, lo que implicaría que todos estarían limpiecitos.

Sobre todo Sheinbaum y Marcelo, los dos favoritos de Morena para la sucesión presidencial, cuyos expediente por este caso quedarían rechinando de limpios.

¿Y las víctimas?, pues ya se murieron, diría Hugo López-Gatell.

 

 CENTAVITOS

Por otra parte, aunque Godoy diga que sólo falta que firme el 20 por ciento de las víctimas para cerrar el caso, hay que tener en cuenta que a ese porcentaje los representa el abogado Teófilo Benítez, fundador del desaparecido partido local ELIGE, quien al parecer anda bien apadrinado. Quién sabe si el buen Teófilo quiera arreglo o hacer grilla… o las dos cosas.