Como siempre se defienden nunca se responsabilizan. Hoy intentan los morenistas culpar al PAN y a su alcalde por no actuar en el atraco de la joyería en Antara cuando deberían de exigir cuentas claras a la dupla Sheinbaum/Batres por el grado de deterioro social y violencia en la CDMX.
Se sorprenden que nadie actuó cuando los maleantes ingresaron al centro comercial con tapabocas, como si no entendieran que muchos ciudadanos aún aplican los protocolos sanitarios por la pandemia, incluso en varios locales comerciales los empleados son obligados a traer las mascarillas.
Veamos que en las tragedias y muertes en el Metro no hay acusaciones a opositores, pero tampoco detenidos por parte del régimen de la 4aT. Se dan a la tarea, al paralelo, de señalar a los guardias del centro comercial por su ineficiencia, pero sin embargo se advirtió la ausencia de la policía capitalina que, conforme a lo establecido, con recibir el llamado de emergencia al 911 debió acudir.
El acto fue perpetrado por una banda organizada, atléticos o por lo menos de una evidente corpulencia física. Sabían a lo que iban. Pero si destaca la rapidez, la prontitud con que actuó el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, informando de la detención de dos hampones varón y una mujer.
García Harfuh es reconocido como el funcionario más apto dentro de la administración capitalina. Hay quienes se preguntan qué tipo de respaldo oficial tiene Omar ya que él opera, responde, pero en la fiscalía se empantanan los asuntos como ocurrió, vale insistir, con el atentado contra Ciro Gómez Leyva que aún con los autores materiales aprehendidos no hay respuestas ni reconocimiento a los autores intelectuales. Debo destacar también que la corrupción callejera de los uniformados no ha disminuido.
Los sobornos y chantajes a los automovilistas y transportistas es cotidiana. Tienen que seguir pagando cuotas a sus mandos y para ellos explotar al ciudadano es la salida. Garcia Harfuch lo sabe y ha sido determinante pero la plaga es enorme y las mañas también.
Omar fue sujeto de aquel atentado el 26 de junio de 2020, en pleno Paseo de la Reforma. Se consideró que fue el cártel Jalisco Nueva Generación que accionó la agresión. Pero hasta quedó el asunto salvo que Omar vive con extremas precauciones.
Y aun cuando los propios morenistas lo califican con suficientes méritos para buscar la jefatura de gobierno es sustitución de Batres, se considera que sería imposible su participación en actos públicos abiertos en espacios como plazas o alamedas. Estaría demasiado expuesto.
La inseguridad es un tema nacional y las pifias también. ¿De qué sirvió colocar a elementos de la Guardia Nacional en los andenes del Metro? Morena tiene la obligación de responder por los actos y decisiones de sus funcionarios en ejercicio.
¿Por qué han callado luego del tiroteo en Topilejo? ¿Por qué no resaltan los linchamientos de agentes federales en Tláhuac cuando Ebrard, una de sus corcholatas, era secretario de seguridad pública?
¿Por qué no hablan de las mafias en Santo Domingo, la Merced, Tepito, Ajusco, Buenos Aires, Iztapalapa…en donde todos trabajan libremente en ilícitos porque pagan un derecho de piso que les cobran los gobernantes?
Basta visitar las calles detrás de Palacio Nacional para conocer el bajo mundo de las irregularidades en plena vía pública. Pero cuando estalla un problema como en Antara sacan el pecho y los altavoces para acusar que es culpa de los de enfrente, de los conservadores y fifis.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla